Los enemigos del matrimonio homosexual se han lanzado a las calles de París para pedir su anulación. Los manifestantes protestaban contra lo que ellos consideran un ataque a los valores familiares.
El objetivo de la protesta era presionar a los políticos más conservadores, que el mes que viene tienen que enfrentarse a primarias por la presidencia de la República francesa, para que deroguen la ley de 2013, con la que el gobierno socialista legalizó el matrimonio entre las personas del mismo sexo.
Los manifestantes marcharon por las calles de París agitando banderas francesas y portando carteles donde podíamos ver frases como "Todos juntos por la familia" y "En 2017 votaré por la familia".
"Queremos demostrar que el matrimonio homosexual no es bueno y queremos que sea derogado. Nuestra intención es influir en el debate poítico que tendrá lugar los próximos meses" declaraba un manifestante para Reuters.
Los organizadores de la protesta han estimado el nivel de participación en 200.000 personas, mientras que las fuentes policiales hablan de 24.000.
Francia no quiere que la ley sea derogada
También se produjeron indicentes durante la protesta. Trece personas fueron detenidas por la policía después de una pelea, seis de ellas activistas del grupo Femen, las cuales llevaban escrito en su pecho "El odio no es un valor familiar".
A pesar de la existencia de estas marchas, las encuestas de opinión señalan que Francia no desea que la ley "Matrimonio para todos" sea derogada.
El propio Sarkozy ha declarado que no anulará el matrimonio homosexual en el caso de volver a la presidencia. "Creo que Francia tiene otras muchas cuestiones importantes que tratar, como la seguridad, el terrorismo y el paro, en lugar de crear las condiciones para otro debate histérico", declaraba el expresidente.