La etapa de Manuela Carmena al frente del Ayuntamiento de Madrid ha servido para reducir la deuda a menos de la mitad del máximo alcanzado durante la peor etapa de la crisis económica.
El máximo se alcanzó en el año 2012, influido en gran medida por las grandes obras ejecutadas por Alberto Ruiz Gallardón, entre las que destacan el soterramiento de la M-30, la construcción de Madrid Río o la campaña para los Juegos Olímpicos.
Durante la etapa de Ana Botella se inició una senda de duros recortes. En aquella época, el Consistorio había conseguido reunir una deuda mayor que la suma de todos los ayuntamientos españoles en su conjunto.
El Ayuntamiento había iniciado una senda de reducción de deuda, que incrementó en gran medida desde la llegada de la candidata de Ahora Madrid a Cibeles. La dieta financiera de la regidora ha conseguido el pago de 4.000 millones, con lo que se alcanza la mitad de la deuda.
La política del ayuntamiento se ha centrado en el pago de tasas especiales para las grandes multinacionales que han instalado sus denominadas como 'flagship stores' (las tiendas insignia) en el centro de la capital. También se ha unido la venta de inmuebles sin uso o el final de alquileres como el edificio Alcalá 45, sede de la Delegación de Hacienda. Este inmueble se vendió durante la época de Gallardón por 100 millones y se realquiló a la misma empresa por 6,6 millones anuales. Finalmente, se ha adquirido por 104 millones a pesar de que el actual contrato obligaba al alquiler hasta 2019.
Los ayuntamientos se convierten en un ejemplo a seguir
Lo cierto es que en la actualidad, la administración local se ha convertido en la más solvente. La deuda de estas administraciones solo mantiene a 673 consistorios que han elevado su pasivo. A ellos se suman 4.639 que han bajado la deuda desde 2012 y otros 2.184 que la han mantenido igual, la mayor parte, porque no contaban con deuda previa.
A pesar de ello, algunos ayuntamientos mantienen una situación crítica. Entre ellos se sitúa Vallada, un pequeño municipio de poco más de 3.000 habitantes en el que cada uno de sus vecinos debe 7.529 euros 'gracias' a la política del antiguo regidor. Se trata de Fernando María Giner Giner, alcalde popular durante seis legislaturas, que arruinó al pueblo tras contruir un parque logístico llamado Valpark que incluía un puerto seco para las embarcaciones de la Copa América, una escuela de vela o un astillero a 80 kilómetros del mar. Todo ello, en unos terrenos comprados por una ingente cantidad de dinero.
Este es uno de los ejemplos más llamativos, aunque parte de los ayuntamientos de toda España todavía hacen frente a los proyectos megalómanos en los que sus alcaldes se embarcaron durante los mejores años del boom inmobiliario.
Frente a ello, se encuentra el pequeño municipio barcelonés de Aguilar de Segarra. Con tan solo 263 habitantes, se ha convertido en el primero de España que reduce su deuda per cápita desde 2012. Aún deben 3.950 euros por vecino para sufragar la construcción de una planta fotovoltaica.
La elevada suma de dinero que debe cada habitante se justifica en la pequeña población de su municipio. Para liderar la reducción de deuda, ha sido fundamental la bajada del impuesto de circulación, lo que ha atraído a múltiples empresas de alquiler de vehículos. Ahora, es el municipio español con más coches con habitantes y, también, el que lidera la bajada de deuda.