Un texto comenzaba a circular por las redes sociales -sobre todo Facebook y WhatsApp- los días previos a la celebración de la Diada. El manifiesto rechaza de plano la independencia y pone en entredicho que sea la solución a los problemas de los catalanes.
La carta, que se ha convertido en un fenómeno viral en cuestión de días, está firmada por Enrique Llaudet y fue enviada al director de El Periódico de Catalunya el pasado 4 de agosto. Sin embargo, un texto parecido se publicó en La Vanguardia en septiembre de 2015 aunque más breve que el actual.
En dicha misiva el autor dice representar a esa parte de la sociedad catalana que está descontexta con el procés y que se mantiene en silencio. Los describe a sí mismos como "tranquilos, trabajadores, tolerantes, pacíficos" que confían en el esfuerzo personal y "no en la donación y la subvención" para conseguir las cosas haciendo alusión a aquellos que viven de las administraciones.
Rechazo al lema "Espanya ens roba"
El manifiesto intenta demostrarle a los dirigentes catalanes que una parte de la sociedad no se ha creído el lema que afirma que España roba a Cataluña.
Además, hace una defensa de las libertades aborreciendo "la corrupción, la violencia, el abuso de poder, la manipulación y la mentira". Afirma que hay personas que se sienten representadas tanto en el castellano como en el catalán y que "no tienen complejos" por el hecho de ser bilingües.
En la misiva enviada al periódico catalán afirman estar "hartos del politiqueo" y de votar por descarte. Asimismo relaciona la política de confrontación que lleva realizando la Generalitat desde que comenzó a retar al Estado español con el origen de todos los problemas que suceden en Cataluña.
El escrito hace un llamamiento a todos los políticos para que trabajen juntos y logren así vencer a la crisis económica y social que vive el país desde hace varios años. El autor cree que el 1-O es la crónica de una muerte anunciada y que se convocarán elecciones autonómicas una vez se resuelva el conflicto del referéndum. Acaba pidiendo el voto a esa mayoría silenciosa que no se manifiesta para los partidos constitucionalistas.