La tensión en Cataluña es máxima y la sociedad está al borde del colapso. Tras las detenciones a los altos cargos cercanos al vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, y los registros a las diferentes sedes gubernamentales en busca de material relacionado con la celebración del referéndum del 1 de octubre, las calles de Cataluña y diferentes ciudades de España se llenaron de personas contra las actuaciones policiales y a favor de votar.
Ante esta situación, muchas cadenas de televisión se trasladaron hasta Barcelona para cubrir las protestas e informar sobre el malestar social que inunda las calles. Uno de estos periodistas fue Hilario Pino que tuvo que hacer frente a una difícil situación cuando un manifestante independentista le arrancaba micrófono cuando realizaba una conexión en directo para los informativos de laSexta.
A lo largo de toda la conexión del periodista en pleno directo, los manifestantes se arremolinaron en torno a él para lanzar gritos de "Votarem!" y cuñas contra la "prensa manipuladora".
De repente, mientras Hilario Pino desarrollaba su intervención para trasladar lo que se estaba viviendo en las calles de Cataluña desde la Gran Vía de Barcelona, un hombre le arrebataba bruscamente el micrófono. Tras esto, la señal se cortó y ha regresado al plató de los informativos ante la cara de incredulidad de la presentadora que lanzó una reflexión afirmando que "manifestaciones que uno utiliza como puede, como quiere o como sabe para hacer uso de su libertad de expresión, aunque no sea nada acertado. En ocasiones, como la que hemos visto, es complicado informar, Hilario".
Tensión social
Tras las 14 detenciones a miembros del Govern y los registros a departamentos y sedes de organismos oficiales de la Generalitatpor parte de la Guardia Civil ordenados por un juez de instrucción de Barcelona, los independentistas se han organizado a través de las redes sociales acudiendo a la llamada de movilización "pacífica" y de "resistencia" frente a las autoridades.
La situación se encuentra delicada y se vivieron momentos de alta tensión entre los manifestantes y los Cuerpos de Seguridad del Estado. Según la agencia AFP, hasta 10.000 personas abarrotaban las calles del centro de Barcelona.
