La ONG Equalia ha logrado infiltrar a un operario en varias macogranjas para grabar y denunciar las malas prácticas que se desempeñan en algunas explotaciones avícolas de cría intensiva. Para ello se ha dirigido a dos granjas, una situada en el municipio sevillano de Villamanrique de la Condesa y la otra en la localidad tarraconense de Roquetas. Ambas cuentan el sello Welfair, el cual garantiza, supuestamente, el bienestar animal.
Sin embargo, las escenas que ha contemplado "el topo" se alejan bastante de ese supuesto bienestar. Según han revelado las imágenes, en estas granjas españolas los pollos son golpeados repetidamente contra un cubo con el fin de acabar con su vida, son tirados al suelo vivos como si fuesen desperdicios e incluso son el manjar de los perros una vez están muertos, como sucede en Villamanrique.
En Roquetas, por su parte, prefieren abandonar decenas de animales en avanzada descomposición y cubiertas de larvas en un contenedor roto. Además, Equalia asegura que "durante la carga de pollos para el traslado al matadero, los trabajadores de una de las empresas proveedoras arrojan a las aves y les propinan puñetazos y patadas".
Ante semejantes atrocidades, la organización ha alertado de que estas prácticas "no solo suponen un grave peligro para la vida de los animales, ya que pueden provocar roturas de extremidades, alas o el esternón, sino también un incumplimiento de las disposiciones legales para el manejo de las aves".
Equalia exige legislación
Según la organización, ambas granjas se relacionan con proveedores de supermercados como Lidl y que aseguran tener certificado todos sus productos frescos con el sello de bienestar animal Welfair.
Esta problemática hace que las mayores organizaciones de protección animal no cesen en isistr sobre la necesidad de implementar nuevas medidas para el sector avícola.
Para ello, se están llevando a cabo varias iniciativas como el Compromiso Europeo del Pollo (ECC por sus siglas en inglés), el cual incluye la sustitución de razas de crecimiento rápido por razas de crecimiento más lento y natural. Ya van más de 300 empresas de Europa unidas a este acuerdo, aunque algunas de las grandes de cadenas de supermercado de nuestro país no están entre ellas.