El negocio turístico nacional está ampliando sus horizontes. En la actualidad se pueden contemplar todo tipo de servicios y prestaciones, sin embargo, algo que no se había podido ver hasta ahora ha aterrizado en Mallorca. Se trata del primer hotel femenino, Som Dona, exclusivamente dedicado a este público. Es un negocio de Joan Enric Capella, el presidente de Som Hotels, que buscaba "ir más allá del producto convencional de sol y playa". De esta forma, quisieron contar con este sector como "tendencia de mercado" actual, para levantar este prometedor proyecto.
Un establecimiento que se define como parte de un turismo responsable, en búsqueda de la comodidad y relajación necesarias para unos días de asueto. Da igual la condición o el oficio, toda mujer es bienvenida en este hotel. Som Hotels y su presidente aseguran que con ello no buscan reivindicar ningún tipo de mensaje, ya que saben que el nicho de mercado que han acotado goza de gran atención social hoy en día. Querían que tuvieran su lugar, "un oasis femenino, un remanso de paz".
Su edificio principal, puesto en pie al mando de una arquitecta, su jefa de obra y su decoradora, todas ellas mujeres, está emplazado en una zona de la isla rodeada de bosques, lo que le proporciona un carácter perfecto en la búsqueda de ese ambiente de retiro. Tiene 39 habitaciones y solo tienen permitido entrar los hombres que sean técnicos o proveedores de algunos de los servicios que ofrece el establecimiento. Incluso él tampoco lo hace. Capella no pasa largas jornadas en su recién creado proyecto y luce una divertida insignia en la que se puede leer "soy un hombre y estoy aquí temporalmente". Es lo que llevan todos los hombres que pisan el Som Doma.
La compañía que preside este magnate de los negocios es pionera en este tipo de servicios alejados "del producto convencional". Buscan la diferencia y desde Som Hotels aseguran que la vieron apostando por el "mercado" femenino. Pese a lo que muchos puedan pensar, esta iniciativa no corresponde ni se enmarca dentro de ninguna reivindicación feminista, desde la compañía lo han querido dejar claro. Si bien confiesan que al principio tuvieron en cuenta la opción de orientar el negocio al turismo lésbico, decidieron ampliar el espectro y contar con el sector femenino general.
Un tipo de turismo distinto
Som Dona es por tanto un lugar donde las mujeres pueden tener una tranquila y placentera estancia sin que "un machote les eche el ojo desde la barra". Quieren fomentar, dentro de la legalidad y alejados de polémicas, un "turismo responsable, de relax y vida sana". No sorprende que el sector turístico busque innovar con según qué tipo de productos, pues en los últimos años, ciertos negocios dedicados a un sector específico de la sociedad han resultado traer verdaderos beneficios y ser considerados como un buen motor turístico. Lo son así gimnasios exclusivos para hombres o mujeres, para el colectivo LGTBI, agencias de viajes, hoteles u oficinas de co-working.
Desde que han abierto, las estadísticas en torno al tipo de cliente que visitan el hotel giran en torno al público formado por madres con sus hijas, que han de superar siempre los 14 años de edad. Por otro lado se encuentran lesbianas y empresarias que buscan desconectar de la rutina. Todo está pensado en ellas, Capella ha querido inspirarse en su mercado para definir su decoración y actividades. Lo ha hecho hasta para pensar el color que iban a lucir sus paredes. Sus habitaciones son luminosas y muy espaciosas, todo acorde a esa sensación de desahogo y relax.
Pese a que el concepto ya existe en Alemania con dos hoteles urbanos, el director de este grupo hotelero asegura que Som Dona se consolida por el momento como el único hotel dedicado exclusivamente a mujeres españolas, así como el único de carácter vacacional en todo el continente europeo.
