La Casa Real y su protocolo siempre ha hecho gala de supuesta pulcritud e intención de dar ejemplo. Sin embargo, el el rey emérito don Juan Carlos fue responsable (en gran parte) de manchar la imagen de la monarquía durante sus últimos años de reinado debido a sus líos de faldas y aquella cacería en Botswana. Desde que dejó la corona a su hijo Felipe VI ha tratado de mantenerse en un segundo plano sin poder evitar alguna que otra polémica, pero parece que ya ha dejado de preocuparle mantener una buena imagen.
La entrada en prisión de Iñaki Urdangarin, el famoso encontronazo de Doña Letizia con la reina Sofía, la ausencia de Juan Carlos en las vacaciones en Palma, los polémicos audios de Corinna que lo harían responsable de supuestos delitos fiscales, de blanqueo, tráfico de influencias y cohecho... Son solo algunos de los frentres a los que se ha tenido que enfrentar las Casa Real en los últimos tiempos.
El Rey Juan Carlos y doña Cristina en la puerta del box de @alo_oficial después de saludarle pic.twitter.com/s2t3Qzu0el
— carlos miquel (@carlosmiquelf1) 24 de noviembre de 2018
Muchas son las polémicas que han rodeado a la Casa Real recientemente, sin embargo Su Majestad no estaría centrado en mejorar la imagen de la familia, y así se puede ver en sus acciones más recientes. El Gran Premio de Fórmula 1, que supone la despedida de Fernando Alonso ha recibido la visita de Juan Carlos I y su hija la infanta Cristina.
Ambos han sido fotografiados en Abu Dabi, lo cual supone un acercamiento desde que comenzara el caso Nóos por el que Urdangarin está en prisión. Esto se podría traducir en una mejora en la relación paternofilial desde que él le pidiera a su hija que se divorciara de su marido.
Sin embargo, también podría ser que nunca hubiera existido esta supuesta mala relación, sino que simplemente no se han fotografiado juntos para evitar cualquier controversia posible. Se puede considerar que los encuentros de Doña Cristina con su familia han sido más recurrentes de lo que ha trascendido en los medios. Al haberse dictado sentencia sobre el caso Nóos y estar su marido en prisión, la infanta Cristina puede considerar que no ha de esconderse más, y por eso se ha dejado ver junto a su padre.
La foto de Juan Carlos con el supuesto cerebro del asesinado de Khashoggi
Si Mohamed bin Salmán ya visitó a Felipe VI para firmar la compra de armas, ahora es Juan Carlos quien se ha dejado fotografiar con el príncipe heredero saudí. En el Gran Premio de Fórmula 1 el rey se ha encontrado con Salmán, acusado por la CIA de ordenar el asesinato del periodista Jamal Khashoggi el 2 de octubre, y se han saludado delante de las cámaras.
Quien sí está más preocupado en limpiar su imagen es Mohamed bin Salmán, que prosigue su campaña internacional participando en la Cumbre del G-20 en Buenos Aires, donde se encontrará con representantes como Pedro Sánchez.
La foto con nuestro ex jefe del Estado podría ser un trámite protocolario, motivo que seguramente se usará para justificarlo. Pero contrasta enormemente con el silencio de la Casa Real española en el tema del asesinato de Khashoggi. Los negocios armamentísticos y petrolíferos que siempre ha tenido España con la dinastía Al Saud son lo que ponen la guinda a la mala imagen de la Familia Real en este tema, y así lo confirma el periodista Jaime Peñafiel.
La fortuna del rey Juan Carlos tiene su origen en Arabia Saudí. En 1973 ocurre la famosa crisis del petróleo y Franco, que ya conocía la cercanía de Juan Carlos con los Al Saud, permitió a don Juan Carlos que hablara con el rey saudí para que nos nutriera de petróleo en ese momento tan complicado. Y así fue. La respuesta fue afirmativa. Eso sí, Franco le permitió a don Juan Carlos cobrar unos céntimos por los miles de barriles que vinieron a España durante ese tiempo. Así, con esta comisión a la que Adolfo Suárez también le dio su visto bueno, el rey forjó su fortuna
