En plena crisis económica, social y política en Venezuela, el presidente Nicolás Maduro, se ha mostrado dispuesto a convertirse en un "dictador" si con ello evita el colapso económico y arregla la maltrecha economía del país latinoamericano.
En una intervención ante las cámaras de la televisión estatal, Maduro propone abandonar el eje occidental para eludir las duras sanciones que le han impuesto desde el gobierno de Estados Unidos presidido por Donald Trump.
Con este gesto, que llegaría tras la suspensión definitiva del Mercosur, Venezuela cambiaría de eje económico para incidir en su relación con las potencias económicas de Oriente Próximo y los países inscritos como No Alineados, entre los que se encuentran países tan diversos como Honduras, Bolivia, Bielorrusia o Zimbabue.
Venezuela podría así evitar los problemas que está encontrando para exportar su principal fuente de dinero, el petróleo. Su valor en el mercado se ha visto mermado durante los últimos meses, algo que, sumado a las fuertes sanciones económicas, puede mermar de manera importante las arcas del Estado, provocando una crisis económica sin precedentes.
"Llueva, truene o relampaguee, nosotros vamos a lograr la paz económica, la prosperidad y la estabilidad de los precios [...] Lo quiero hacer por las buenas, pero si tengo que hacerlo por las malas y convertirme en un dictador para garantizarle los precios al pueblo, lo voy a hacer", declaró contundentemente Maduro ante la cámara de televisión.
Su intención, por tanto, es la de incidir con fuerza en el papel que mantienen dentro del Movimiento de Estados No Alineados, con el que se mantiene unido al bloque de países que no dependen de manera sustancial de Estados Unidos.
Por ello, el presidente viajará durante los próximos días a Kazajistán como presidente del Movimiento para iniciar una ronda de contactos con los representantes de los países de Oriente Próximo con los que intentará lanzar nuevos vínculos económicos que ayuden a mejorar las maltrechas arcas del Estado.
Un plan para evitar a Estados Unidos
El presidente también ha aprovechado su presencia en la televisión estatal para mostrar algunas de las cartas de la baraja con las que pretende eludir las sanciones del gobierno estadounidense.
La más llamativa ha sido la de ir abandonando progresivamente el dólar como moneda de intercambio económico internacional para pasar a "vender el petróleo en rupias, rublos y yuanes".
Por otro lado, Maduro tiene la intención de implementar "un nuevo sistema de pago internacional" con el que pretende eludir el bloqueo de la Casa Blanca de comprar Bonos del Tesoro de la hacienda venezolana. Una medida con la que Trump intentó asfixiar económicamente al gobierno sudamericano.