La mayoría de los padres y madres que traen un hijo o una hija al mundo, sea cual sea la circunstancia, se sienten orgullosos de tener descendencia y protegen a su retoño como un león protegería a su cachorro. Sin embargo, por desgracia, no todos los progenitores aceptan a sus bebés tal y como son desde el día que nacen por motivos diferentes.
Luisa Velluti es una mujer italiana de 29 años que ha estado toda su vida sin unos padres biológicos al lado. Esta mujer que fue adoptada desde pequeña ha luchado contra las adversidades y ha dedicado parte de su existencia a buscar a la persona que la mantuvo durante nueve meses en su barriga.
Tras contactar con el conocido programa de televisión del país italiano 'Quién la ha visto' a través de una llamada telefónica, Velluti logró recibir noticias de su madre biológica. Sin embargo, desgraciadamente para ella, sus ilusiones se rompieron en mil pedazos cuando se dio cuenta de que la persona que le había dado a luz hace 29 años no quería saber nada en absoluto de su existencia, según informa la gaceta italiana a través de su web 'Il Gazzettino'.
Una dolorosa herida
Velluti ya había intentado cuando tenía 25 años contactar con su madre mediante una reclamación interpuesta ante un Tribunal de Venecia. Esta peluquera de profesión solo pretendía conocer la identidad biológica de su progenitora. Pero su madre "verdadera" se negó entonces a darle los datos cuando fue contactada por las autoridades.
Cuatro años más tarde, Velluti realizó una llamada al programa 'Quién la ha visto' para que la ayudaran a localizarla y cumplir así uno de sus sueños más ansiados. Sin embargo, todas estas ilusiones que se habían alimentado durante años, quedaron rotas en mil pedazos tras la respuesta que dio su progenitora.
"Luisa, que no he decidido llamarte así ni tampoco tenerte. Para mí eres solo una dolorosa herida que tuve con 18 años. Podía soñar y esperar de todo (en la vida), pero no la violencia que sufrí y de la que tú eres símbolo", le respondió la madre en un mensaje anónimo cargado de unas duras palabras.
La progenitora de Velluti fue víctima de un grave caso de abuso sexual cuando apenas cumplía la mayoría de edad. Fruto de esa violación, nació Luisa Velluti, nombre que ni siquiera fue puesto por su propia madre. La niña ha pasado toda su vida con una familia de adopción y desconocía el paradero de sus padres. Ahora, tras una intensa búsqueda, ha descubierto sus macabros orígenes y es consciente del rechazo que causa en la persona que le dio la vida.
El caso es llamativo y abre un curioso debate sobre si está justificado o no que una madre abandone a sus hijos tras haber sido violada. Cada persona será un caso particular y no todos pueden ser iguales, por lo que esta señora podrá ser juzgada por la sociedad o no tras conocerse este caso, pero lo que vivió con 18 años y las consecuencias traumáticas posteriores solo ella las sabrá.