Rosa Alcides Rivera, una joven de 28 años, ha sido detenida en Orlando por matar a puñaladas a su hija de once años. La acusada llegó a acuchillar a su propia hija en hasta quince ocasiones.
En los interrogatorios, la mujer ha asegurado que atacó a su hija porque pensaba que estaba manteniendo relaciones sexuales con hombres. El motivo para justificar este argumento fue el siguiente: "Sonreía de forma direferente".
Aleyda Rivera, que era el nombre de la pequeña, murió en el acto y su madre fue detenida en el acto por los agentes policiales en el propio domicilio. Ahora, mientras continúa la fase de instrucción, Rosa se enfrenta a una pena por asesinato en primer grado.
Autolesiones y desesperación
Cuando la policía se presento en el lugar de los hechos, Rosa les contó que un hombre se había dado a la fuga después de apuñalar a Aleyda. Sin embargo, poco después terminó reconociendo que la tropelía había sido cometida por ella misma. Aunque esto no acaba aquí: cuando los médicos certificaron la muerte de la pequeña Aleyda, Rosa reaccionó de forma muy violenta con un cuchillo en la mano.
Los agentes consiguieron reducir a la madre y fue trasladada a un hospital donde curaron todos los cortes que se hizo en las muñecas. Posteriormente pasó a disposición judicial a la espera de conocer la pena final por la muerte con enseñamiento que ella misma ha confesado.