Una madre está siendo investigada por atar a su hija de ocho años a una farola, como castigo por faltar a su clase de chino mandarín. El suceso ha tenido lugar en Kuala Lumpur, Malasia, cuando varios viandantes alertaron a la policía de que había un niña encadenada en mitad de un aparcamiento.
Cuando llegaron los agentes de seguridad econtraron a la pequeña bastante afectada, chupándose un dedo y con lágrimas en los ojos. La niña vestía su uniforme escolar y tenía una mochila y una botella de agua a su lado.
La pequeña informó a los agentes de que su madre llegaría pronto, por lo que decidieron frenar la búsqueda de un mecanismo para soltarla y esperarla. La madre apareció a los diez minutos, y admitió haber encadenado a su hija como castigo. Con la intención de esclarecer el suceso, la policía llevó a ambas a comisaria y allí escuchó las dos versiones de la pareja.
![La pequeña se encontraba muy afectada y con lágrimas en los ojos](https://www.losreplicantes.com/images/articulos/1000/1988/1.jpg)
Según ha declarado el asistente de policía Mohammad Azlin Sadari para el Daily Mail, se ha determinado que era la primera vez que la madre encadenaba a su hija. Así mismo, han confirmado que han permitido que ambas vuelvan juntas al domicilio familiar, advirtiendo a la madre que no volviera a repetir el suceso. Lo único que no han revelado es cuanto tiempo ha permanecido la menor atada al poste.
Aunque el cuerpo de seguridad ha permitido que la madre vuelva a casa con su hija, advierten que este no será un hecho sin castigo. La policía está investigando el suceso, que podría terminar en una denuncia por negligencia y exposición de un menor a lesiones físicas.