Kim y Ben comparten algo más que un lazo sanguíneo de línea directa. Son pareja y quieren ser padres. Aunque Kim ya es madre. De Ben. Y están enamorados. Para entender todos los detalles de la historia, hay que remontarse a 32 años atrás, cuando una joven Kim dio en adopción al bebé que se convertiría años después en su pareja, según recoge la publicación británica The New Day.
Ben se crió con otra familia. Hace unos años, curioso por conocer sus verdaderos orígenes, emprendió una búsqueda para localizar a su madre biológica, hasta que encontró a Kim. Al principio iniciaron el contacto mediante correspondencia, después pasaron a las llamadas de teléfono y, finalmente, Ben decidió ir a Reino Unido desde Estados Unidos, donde vivía con su mujer.
Según asegura Kim, la primera vez que se conocieron en persona fue como si lo hubieran hecho durante toda su vida, y no tardaron en despertar instintos sexuales hacia su hijo biológico. Presa del pánico y la confusión, investigó sobre si era normal la reacción que estaba sintiendo hacia Ben y encontró en Internet varios artículos sobre la Atracción Sexual Genética (Genetic Sexual Attraction en inglés).
En vez de asustarse, Kim se dejó llevar por sus sentimientos y reservó una habitación en un hotel porque intuía que Ben también sentía algo por ella y, tras beberse entre los dos una botella de champán, se dieron un primer beso que lo cambió todo.
Las relaciones sentimentales entre padres e hijos
Ben dejó a su mujer unos días después y ya no volvió a Estados Unidos. Aunque este tipo de relaciones incestuosas en algunos países están penadas, como en Estados Unidos, existen más casos de familiares de línea directa que han roto con el tabú y han comenzado una relación. En Alemania, Patrick Stübing fue a prisión por tener cuatro hijos con su hermana cuando él tenía 23 años y ella tan solo 15. En Sudáfrica, una pareja descubrió que eran hermanos tras cinco años de relación y un hijo en común.
En España, una pareja formada por una mujer de 18 años y su padre de 36, luchan por recuperar al bebé que tienen en común, después de que el Consell de Mallorca les quitase la custodia de su pequeño.
Así funciona la Atracción Sexual Genética
La teoría de la Atracción Sexual Genética no la desarrolló Freud, si no Barbara Gonyo, una psicóloga que en 1980 planteó que nos sentimos atraídos por aquellos que se nos parecen psicológicamente y mentalmente. Aunque con los familiares es con quien tenemos mayor parecido físico en la mayoría de los casos, al crecer junto a ellos nos acostumbramos al componente del atractivo sexual, perdiendo así el deseo hacia ellos.
Es en casos como el de Ben y Kim cuando ocurre el fenómeno, aunque las probilidades de que ocurran tampoco son tantas, según el estudio de la doctora Gonyo. Las investigaciones de Gonyo partieron de lo que experimentó ella misma con el hijo al que dio en adopción y con el que se encontró años después, como explica la web que alberga los foros para estas parejas.