Podríamos decir que Alexe Khaterina Popova, rusa nacida en Samara a mediados de 1800, fue la precursora de la revolución de géneros de la manera más extrema. Sus formas sangrientas la convirtieron en una de las criminales más sangrientas de la historia con incontables muertes a sus espaldas. Apodada Madame Popova, empezó a maquinar en su cabeza una idea que llegó extremismo más absoluto.
Nacida a mediados del siglo XIX, Madame Popova creó una agencia matrimonial pero con una idea muy contraria a la que se suelen dedicar en realidad, ya que su idea de arreglar los problemas conyugales pasaba por el asesinato.
Negocio en clandestinidad
Madame Popova se encargaría de que el boca a boca fuese clave en la difusión de su nuevo negocio. Su eslogan era claro: "Liberar a esposas infelices de sus esposos tiranos". ¿Ya se hacen una idea de por dónde iban los 'tiros'?.
El target del negocio era bastante asequible, con tarifas mínimas al alcance de cualquier bolsillo, y arsénico como vehículo mortal. Popova utilizaba metaloide, uno de los venenos más mortales y que más sufrimiento causan antes de morir con hemorragias, diarrea y dolores insoportables.
La pintoresca agencia se puso en marcha en 1879 hasta que el cargo conciencia de unas de sus clientas pesó más que el alivio y delató a la mujer rusa, denunciándola. La policía asaltó la mansión de esta, que admitió que sus víctimas habían sido unas cuarenta aunque la realidad fue bastante diferente, con hasta más de tres centenares de viudas en su haber.
Tras todo esto, Madame Popova fue juzgada por tres décadas de asesinatos en la sombra y fue fusilada por ello en San Petersburgo en 1909.