El líder progresista Luiz Inácio Lula da Silva, candidato del Partido de Los Trabajadores, ha sido el gran triunfador de la jornada electoral en Brasil tras imponerse en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales al hasta ahora presidente, el ultraderechista Jair Bolsonaro.
Los resultados electorales muestra un país dividido pues el candidato de izquierdas ha conseguido una victoria mínima. Da Silva ha obtenido 60.344.802 votos (50,9%) frente a los 58.205.466 (49,1%) que acabó Bolsonaro, lo que supone tan solo una diferencia de 2,1 millones de votos para un país en el que 156 millones de ciudadanos estaban llamados a participar.
Se ha tratado de una cita electoral histórica en la que se enfrentaban dos proyectos de país contrapuestos para un Brasil que tiene que hacer frente a una situación económica muy complicada a causa de los estragos de la pandemia, un país que registra índices récord de desempleo, desigualdad, inflación y hambre.
Al igual que ocurrió en la primera vuelta, Bolsonaro lideró en la primera parte del conteo y solo fue superado por su rival con poco más del 67% del escrutinio, cuando comenzaron a ser contabilizados los votos de las pequeñas ciudades y de las regiones periféricas.
La primera vuelta de los comicios se celebró el pasado 2 de octubre saldándose también con la victoria de Lula da Silva con un 48,43% de los apoyos por lo que, al no obtener más de la mitad de los sufragios, tuvo que ir a segunda vuelta para medirse con Jair Bolsonaro, que entonces recibió el 45,2% de los votos.
Tercera etapa en el poder
Para Lula da Silva, que previsiblemente asumirá el cargo el próximo 1 de enero, esta será su tercera etapa en el poder tras sus dos mandatos de 2003-2010. Por su parte, Bolsonaro se ha convertido en el primer presidente brasileño en no lograr la reelección.
Se trata prácticamente de una resurrección política pues el líder izquierdista pasó 580 días de cárcel tras haber sido condenado a nueve años de prisión por corrupción en el marco Operación Lava Jato por una denuncia del fiscal Deltan Dallagnol acogida y aceptada por el exjuez Sérgio Moro, quien acabara asumiendo el Ministerio de Justicia en el gobierno de Bolsonaro. Finalmente las condenas fueron anuladas por parcialidad y falta de competencia del juez. Moro y Dallagnol fueron condenados por parcialidad por el Supremo Tribunal Federal en la anulación de las causas contra Lula.
Gobernar para todos
En su primer discurso tras ganar las elecciones, da Silva se ha comprometido a "restablecer la paz" y gobernar para "todos": "Estoy aquí para gobernar este país en una situación muy difícil, pero con la ayuda del pueblo vamos a encontrar una salida para que el país vuelva vivir democráticamente".
Democracia. pic.twitter.com/zvnBbnQ3HG
— Lula 13 (@LulaOficial) October 30, 2022
"No existen dos Brasiles, somos un único país, un único pueblo, una gran nación", proclamó el líder del Partido de los Trabajadores desde un hotel de la ciudad de Sao Paulo haciendo así un llamamiento a la unidad: "Es la hora de reunir a las familias y rehacer los lazos de amistad rotos por la propagación criminal del odio". "A nadie le interesa vivir en un estado permanente de guerra. Este pueblo está cansado de ver al otro como enemigo. Es hora de bajar las armas. Las armas matan y nosotros escogemos la vida", ha manifestado.
"El desafío es inmenso, es necesario reconstruir este país en todas sus dimensiones. Necesitamos reconstruir el alma de este país, el respeto a las diferencias y el amor al prójimo", ha afirmado tendiendo la mano ante un país extremadamente polarizado.
Mientras Lula da Silva ya ha recibido la felicitación de líderes extranjeros como el presidente de Estados Unidos, Joe Biden; el presidente de Francia, Emmanuel Macron; el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez; y la gran mayoría de los líderes latinoamericanos, el aún presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, permanece en silencio sin llamar al ganador de las elecciones ni reconocer la derrota.