Novedades sobre la muerte de María Isabel, la anciana de 86 años presuntamente asesinada por el actor Luis Lorenzo y su mujer, Arancha Palomino, sobrina de la víctima. La autopsia ha revelado que la causa de la muerte fue el envenenamiento, ya que se encontraron altos niveles de cadmio en sangre, hasta 200 veces superior a los niveles normales. Por ello, la pareja está siendo investigada como principales sospechosos.
Dos días antes de su fallecimiento, la Guardia Civil trató de localizar a Maria Isabel ante la sospecha de que pudiera estar siendo retenida. Arancha Palomino impidió que las autoridades pudieran localizar a su tía y, días más tarde, se negó a que una pareja de guardias civiles entrase en su domicilio de Rivas donde las autoridades sospechaban que podía estar siendo recluida.
Pudieron envenenarla cortando pilas
Los informes de la autopsia han determinado que el cadmio encontrado en la sangre de Maria Isabel supera 200 veces lo tolerable. En los documentos elaborados por los médicos forenses se apunta a que María Isabel falleció tras una "muerte violenta, de etiología homicida". "El cadmio se le dio de forma aguda en 24 horas. No fue un envenenamiento progresivo, ni poco a poco. Hubiese estado en riñones, en hígado, en pelo... y no, no estaba", comenta el psiquiatra forense José Cabrera.
Para poder envenenarla con cadmio, el autor o autores tuvieron que dárselo diluido en alimento, en forma de sales o de bromuro. De esta forma no levantaría ninguna sospecha al ser ingerido. Una manera de obtenerlo en este estado es cortando pilas. Una de las pistas decisivas para proceder a la acusación de la pareja fue cuando, durante el registro, la Guardia Civil encontró en los registros paquetes de pilas, algunas de ellas deterioradas.
Un motivo económico
Aparte de las pilas desgastadas, se encontraron también 7.000 euros encima de una lata y algo más de dinero encima de uno de los armarios. Además, en la cuenta de la anciana fallecida figura un movimiento por el que se retiró hasta 23.000 euros por parte de Luis Lorenzo y su mujer.
Consiguieron acceder a la cuenta de Maria Isabel tras haber logrado un traspaso de poderes de la anciana, pero solo después de visitar hasta tres notarios distintos. En el registro también se encontraron informes de demencia y continuas visitas a urgencias. Todas estas visitas solo se produjeron cuando la anciana residía en Madrid, no cuando vivía en Asturias. Varios testigos afirman que Maria Isabel estaba en una situación total de desatención por parte de su familia, llegando incluso a poder sufrir algún tipo de maltrato.