El extesorero del Partido Popular e imputado por la trama Gürtel ha cambiado radicalmente su situación penitenciaria en apenas un par de semanas. Luis Bárcenas ha pasado de encontrarse en un régimen cerrado en la cárcel de Soto del Real a contar con 15 horas de libertad fuera del centro de inserción social en el que se encuentra ahora, en Madrid. Tendrá la capacidad de salir del centro de las 7:30 hasta las 23:00 de lunes a viernes, y pasar los fines de semana y los festivos en su casa.
Este derecho se le ha otorgado por haber conseguido un trabajo, el cual ha sido justificado delante de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias. Este ha sido el de contable de su hijo, el cantante Willy Bárcenas. Además, quiere participar como voluntario en un comedor social que está dirigido por un orden religioso.
La condena de Luis Bárcenas
En octubre de 2020 el extesorero del Partido Popular fue condenado a 29 años de cárcel por su participación en la trama Gürtel, una red de corrupción política y malversación de fondos públicos dirigida por el empresario Francisco Correa. Su ingreso en prisión preventiva se daría en 2013, aunque hasta este año 2022 solo ha cumplido 6 años y 2 meses en prisión, contando con varias entradas y salidas.
El Tribunal de Justicia reduciría su condena en el año 2018. Se calcularía su tiempo en prisión multiplicando por 4 los años de condena de su delito más grave, blanqueo de capitales, por lo que se reduciría a 12 años.
Más tarde, la aplicación por parte del Ministerio del Interior del artículo 100.2 del Reglamento Penitenciario otorgaría a Bárcenas de un tercer grado o estado de semilibertad. Esta situación vino provocada por el ingreso del extesorero en el programa de reinserción para delincuentes por delitos de corrupción y no haber provocado ningún incidente en sus salidas de la cárcel.
Por el momento, Bárcenas solo tendrá que acudir al centro de inserción social madrileño Victoria Kent para dormir de lunes a jueves. Esta decisión podría ser recurrida por la Fiscalía ante el juez de vigilancia penitenciaria, y de obtener una negativa podría llevar el caso a la Audiencia Nacional.
Si esta decisión no cambia, podría llegar a exigir la libertad condicional en septiembre del año 2024.