'GH Revolution' ha llegado a su fin. Lo que prometía ser una auténtica revolución del formato ha terminado por convertirse en una edición descafeinada, preparada para un recuerdo efímero y que no ha aportado nada nuevo al espectador. La decimoctava edición del reality show se ha convertido en su temporada menos vista con unos mínimos históricos que han rondado el 12% de share. El formato que un día revolucionó la televisión en España supura ahora una herida de muerte de la que muchos dudan que pueda salvarse.
Su renovación por una temporada más está ahora mismo en el aire y nadie sabe a ciencia cierta si estamos siendo testigos del final de un ciclo, del final del padre de los reality shows en el mundo. 'GH Revolution' no ha dejado ningún momento destacado en el recuerdo de sus pocos espectadores y es hora de hacer balance de su peor edición.
1 El intento de revolución: el despropósito de 'los 100'
Lo que podría haberse convertido en un lavado de cara radical que recuperara el espíritu de 'Gran Hermano' y reconquistara a los espectadores que, hasta entonces, se habían ido descolgando poco a poco ha quedado en nada. La revolución que se prometía al inicio del programa ha dado como resultado una edición sin novedades en la mecánica, con un casting del mismo corte que en pasadas temporadas y con la ausencia inexplicable del canal 24 horas durante casi un mes de reality.
Por si fuera poco, el programa comenzó con hasta 100 aspirantes a convertirse en concursantes oficiales conviviendo en una casa que, por cierto, ha sido lo único destacable de la edición. 100 personas que habían entrado en dos días antes del estreno del programa, lo que sus más fieles seguidores se tomaron como una verdadera deslealtad. Si algo le gusta al seguidor de 'Gran Hermano' son sus liturgias, y la entrada y presentación progresiva de sus concursantes es un ingrediente que no puede faltar en cada estreno.
La revolución de 'Gran Hermano' podría haber consistido en una mejor oferta de su canal 24 horas con una opción de multicámara, la renovación del plató o una nueva e interesante mecánica del concurso que lograra enganchar al público. Un casting variado o la opción de votar para expulsar de manera gratuita son otros de los detalles que los seguidores del formato han echado en falta. Y es que el reality show ha demostrado con su decimoctava edición que se ha quedado anclado en el pasado y que no ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos, a la nueva televisión y al nuevo espectador.
2 El fracaso en audiencia
Sus bajos datos de audiencia han sido, sin duda, el quebradero de cabeza de la productora y de la cadena, que han comprobado durante casi 90 días cómo su producto estrella se estrellaba en la parrilla de Telecinco. Está claro que la fórmula elegida por el equipo que forma el reality show ya no funciona. Mínimos históricos que rondan el 12% de share son motivos suficientes como barajar la posibilidad de la cancelación definitiva del programa.
A pesar de que la medición de audiencias ha quedado, en la actualidad, algo obsoleta y que ahora existen otras formas de ver la televisión, lo cierto es que el desgaste es evidente y prueba de ello es la poquísima repercusión que han tenido las tramas que han protagonizado sus concursantes. Hace unos años no era difícil estar enterado en mayor o menor medida de las desventuras que vivían los habitantes de la casa de Guadalix de la Sierra, o adquirir ciertas expresiones de sus participantes que se popularizaban.
3 El mayor escándalo de la historia: el presunto abuso sexual dentro de la casa
Quizá se trate del episodio más negro de la historia de 'Gran Hermano': un presunto abuso sexual perpetrado en el interior de la casa por uno de sus concursantes. Este inesperado acontecimiento fue, por desgracia, la única circunstancia ocurrida en esta edición de 'Gran Hermano' que se reseñó en medios de comunicación de todo el país.
La gestión del programa fue muy cuestionada tanto por el audiencia como por la propia crítica, e incluso a día de hoy poco se sabe de lo que realmente ocurrió. Lo que está claro es que el presunto abuso sexual no solo no benefició al programa en términos de audiencia (lo analizamos aquí), sino que provocó una gran mancha en su expediente de la que difícilmente se recuperará.
4 La edición más corta de la historia y la cancelación del 'VIP'
88 días son los que los finalistas de 'GH Revolution' han pasado en la casa de Guadalix de la Sierra. Se trata de la edición más corta de la historia del programa. Dobles y triples expulsiones, abandonos y expulsiones disciplinarias han marcado la salida de algunos de sus concursantes y todo ello ha precipitado, quizá, la finalización del programa antes de lo previsto. Todo ello sumado al conflicto catalán que, previsiblemente, ocupará la programación de todas las televisiones nacionales la semana en la que, en principio, debía haber terminado el reality.
El sutil seguimiento del programa ha provocado, además, la cancelación de la edición 'VIP' del formato, que desde hace unos años Telecinco programa para dos semanas después de la finalización de sus ediciones de anónimos. No obstante, se trata en realidad de un descanso necesario para el formato, pues es muy posible que uno de los motivos de su desgaste haya sido la sobreexplotación del programa, que emitía casi sin interrupción durante seis meses consecutivos al año.
