Seguro que más de una vez os habéis preguntado por qué todavía no hemos encontrado ninguna prueba de vida alienígena si la ciencia asegura que existen miles de civilizaciones tan sólo en la Vía Láctea. Y es que en nuestra galaxia hay más de 300.000 estrellas y por cada una de ellas hay una galaxia. Así que no, no estamos solos, aunque vida inteligente a nuestro alrededor haya muy poca, según la misión Kepler llevada a cabo por la NASA en 2013.
En el caso de que existiese esa vida, nuestros amigos interestelares también nos estarán buscando porque habrían llegado a nuestro nivel de inteligencia, es decir, que es esperable que dentro de millones de años quienes habiten la Tierra reciban visitas de quienes llamamos estraterrestres. Por esto mismo el físico Enrico Fermi se preguntaba "¿Dónde está todo el mundo y por qué no han llegado a la Tierra?". Algunos, cuando llegue esa supuesta visita, se asustarán. Y, además, se preguntarán cómo nos llaman ellos a nosotros. Cosa que, quizás, los terrícolas de ahora no sabremos nunca jamás.
Sin embargo, aunque nunca lleguemos a saber cómo somos nombrados por los que denominamos extraterrestres, lo que sí sabemos aquí y ahora, es que la pregunta de Fermi tiene varias respuestas: algunas científicas y otras... no tanto.
Los alienígenas somos nosotros
Existe una teoría denominada panspermia que asegura que el origen de la vida en la Tierra es extraterrestre. Así que en realidad los extraterrestres podríamos ser nosotros y nos habríamos desarrollado después de que millones de microbios viajasen por asteroides procedentes de otros mundos desconocidos. Esto puede suceder según la ciencia, pero lo que todavía se desconoce es si estos viajes se pueden hacer de galaxia a galaxia.
La Tierra está demasiado lejos
La estrella más próxima a la Tierra está a más de cuatro años luz, es decir, que para llegar a ella deben pasar 40.000 años, si utilizamos naves con la tecnología actual. Para que os hagáis una idea, la Tierra se formó hace más de 4.470 millones de años. Por tanto, podría llegar a suceder que, como estamos tan lejos, una de las civilizaciones con las que nos encontraríamos podría llegar a extinguirse o extinguirnos nosotros antes del encuentro.
Además, tampoco sabemos si los viajes interestelares son posibles. Quizáa, las distancias interestelares son necesarias para el desarrollo de las civilizaciones. Y también nos preguntamos si es posible que cuando lleguemos allí o aterricen aquí, y por algún casual nos hayamos extinguido, puedan saber si hemos existido.
Contacto imposible
El físico Fermi también tenía claro que el viaje interestelar se podría hacer en un futuro y que además era muy sencillo. Cogías la nave y te plantabas en el sitio. Pero lo que no tuvo en cuenta era que quienes viviesen en otra galaxia podrían enfrentarse a una gravedad mucho mayor que la nuestra y, según varios estudios, esas civilizaciones no podrían salir de su planeta. Así que el envío de naves e incluso satélites les resultaría imposible. A no ser que hubiesen desarrollado tecnología punta para sobrepasar este impedimento.
Antisociales
Damos por sentado que los extraterrestres nos buscan, pero podemos estar muy equivocados. Y es que estos pueden no querer buscar a nadie, viven bien solos sin que nadie les moleste o importe, e incluso pueden no ser capaces de comunicarse. Ya sea porque su fisiología o su lenguaje no se lo permite. En este caso, siempre nos quedaremos con la duda.