El pasado martes, Sérgio Roberto de Carvalho fue detenido en un hotel de Budapest. Bajo el nombre de Paul Wouter, el narcotraficante que había sido certificado como "fallecido" hace dos años en Málaga, apareció vivo en el país europeo. Wouter estaba siendo buscado por las autoridades de Brasil, Portugal, Bélgica y Estados Unidos.
Carvalho es el narco más buscado en Europa y el mayor de Brasil. Llevaba fugado desde verano del pasado año 2020 tras esquivar una condena de cárcel en la Audiencia Provincial de Pontevedra por un alijo de 1.800 kilos de cocaína decomisado en el 2018 a bordo del remolcador Titán III.
Se resistió a ser arrestado
Varios agentes de policía procedieron a su arresto tras haber localizado al tan buscado narcotraficante. Cuando se encontraba desayunando en uno de los hoteles de Budapest, el Radisson Blu Beke, los agentes se acercaron a él para informarle de que su huida había finalizado e iban a detenerle. En ese momento, Carvalho se resistió y las autoridades tuvieron que hacer uso de la fuerza para reducirle.
"Es más que un capo. Es la punta de lanza de una gran estructura con muchos grupos bajo su control. Tiene a su disposición drogas en Brasil y el control de la producción", explican fuentes policiales. A este narcotraficante y exmilitar brasileño se le atribuye la introducción de 50 toneladas de droga al año en Europa.
Fingió su muerte en Málaga
Tras ser imputado por tráfico de drogas al tratar de introducir 1.700 kilos de cocaína en España, su abogado presentó varios certificados de enfermedad, uno de ellos con un diagnóstico por Covid-19 que supuestamente le habría llevado al hospital. A finales de agosto de 2020, Carvalho "muere" de un infarto en Marbella tras certificarlo el médico Pedro Martín Martos.
Se enfrentaba a 14 años de prisión por el alijo de droga encontrada en el Titán III. Sin embargo, parece que con "su muerte", la Audiencia de Pontevedra se vio obligada a eliminar la posibilidad de sentarlo en el banquillo junto a los demás acusados. La sorpresa fue mayúscula cuando, meses más tarde, la policía vuelve a localizarle en Portugal durante una investigación por blanqueo.
Por el momento está previsto reabrir el caso por los 1.700 kilos de droga incautados en España y que sea juzgado por ellos. Además, la acusación pública parece más decidida que nunca a que se le sentencie tras su fallecimiento fraudulento. También se investigará al médico que certificó su muerte en el año 2020 por obstaculizar un proceso judicial.