Construida durante la década de 1960 y a 3.200 kilómetros de Moscú, 'El lobo polar' se constituye como un antiguo gulag, un campo de trabajos forzados destinado a opositores políticos y presos comunes, que el régimen de Vladímir Putin emplea actualmente en Rusia como penal.
Situada en Siberia, en Kharp (distrito de Yamal-Nenets), soporta condiciones hasta 30 grados bajo cero durante los peores meses del invierno, situaciones extremadamente duras. Por este motivo, se trata de un centro que actualmente se destina a aquellos presos a los que el sistema ruso considera como reclusos para las condenas por crímenes más graves.
La incomunicación con el exterior es una constante, puesto que nunca llegan las cartas a esta zona que está completamente helada por el permafrost, y las condiciones de los reclusos que viven dentro de sus instalaciones son extremadamente precarias.
Navalny llega a esta prisión como resultado de un traslado, puesto que hasta ahora se encontraba encerrado en un penal situado a 235 kilómetros de Moscú, donde había sido recluido desde su regreso en 2021 procedente de Alemania.
"Fugarse es prácticamente imposible. Por un lado, cientos de kilómetros de tundra, por el otro, las montañas del Ural ártico. Por eso encierran allí a los criminales más terribles y a los asesinos en serie", explica Iván Vostrikov, colaborador de Navalny en la región siberiana de Tiumén, en redes sociales.
Algunos presos han descrito condiciones que aúnan la brutalidad física y psicológica. En contextos de temperaturas extremas, se denuncia falta de ropa y elementos esenciales, sin luz natural ni agua caliente, así como acusan tortura desde los guardias de la prisión.
Navalni aparece en redes sociales
En sus perfiles de redes sociales, Alexey Navalny ha reaparecido y aclarado que se encuentra "bien" tras casi tres semanas en paradero desconocido. "Soy el nuevo Santa Claus", ha afirmado, apelando a la ropa y barba que le han crecido después de 20 días de traslado.
1/9 I am your new Santa Claus.
— Alexey Navalny (@navalny) December 26, 2023
Well, I now have a sheepskin coat, an ushanka hat (a fur hat with ear-covering flaps), and soon I will get valenki (a traditional Russian winter footwear). I have grown a beard for the 20 days of my transportation.
"Lamentablemente, no hay renos, pero sí pastores alemanes peludos y muy bonitos", ha añadido en su mensaje difundido a través de la red social X, antigua Twitter, donde ha agradecido todo el apoyo recibido.