La moda de los retos virales se está convirtiendo en todo un peligro para nuestros jóvenes. Tras el macabro reto de la 'Ballena Azul' que ha terminado llevando a muchos menores a acabar con sus propias vidas, llega la última moda violenta: 'El abecedario del diablo'.
Los expertos no saben concretar si se trata de un problema de falta de madurez, en el peligro de que todo se 'viralice' o en un problema de educación; pero lo cierto es que más de un menor ha tenido que salir de las aulas rumbo al hospital para ser atendido por las consecuencias de tal inexplicable juego.
Todo consiste en lo siguiente: los alumnos se dedican a recitar el abecedario mientras se menciona una palabra que comience por cada letra. Mientras tanto, el otro niño se dedica a inflingir daño en la mano, con pellizcos o rascando cada vez más fuerte, e incluso agrediéndole con objetos cortantes y punzantes como unas tijeras.
El problema de todo ello es que algunas de las heridas que se han creado son profundas y pueden derivar en diversas complicaciones e infecciones, tal y como ha sucedido ya en alguna ocasión.
Una práctica que se está extendiendo por todos los colegios
La Asociación contra el Acoso Escolar de Asturias ha sido quien se ha encargado de alertar sobre esta situación, en un mensaje publicado en Facebook con el que han querido alertar del riesgo que corren los menores. La foto que adjunta su mensaje da buena muestra de lo que está sucediendo:
"Este niño es un alumno de un centro concertado de Mieres en el que se han dado más casos. No queremos generar alarma, nos hemos puesto en contacto con e colegio y estamos trabajando en coordinación con la Policía Nacional", ha señalado Encarna García, presidenta de la asociación, en declaraciones a La Nueva España.
García ha señalado que el escándalo llegó a la asociación cuando acudió una madre alertando de que su hijo tenía dos heridas en carne viva en el dorso de la mano. Tras varios intentos para que el niño explicase lo sucedido, finalmente confesó que había estado "jugando al abecedario".
La madre corrió rápidamente a publicar todo lo sucedido en Facebook y fue cuando se encontró la sorpresa: su hijo no era el único que había sufrido las consecuencias de este macabro juego.
Mientras tanto, el colegio en el que sucedió todo ya ha anunciado que establecerá un protocolo de actuación para controlar a todos los alumnos y vigilar que esta práctica no se extiende, aunque se trata de una labor muy complicada.
Para evitar todo este tipo de situaciones, la asociación ha llamado a los centros a crear programas para que eduquen en la igualdad y empatía entre los alumnos, así como incidir en la sensibilización contra este tipo de casos.
Sin embargo, no todos los padres están reaccionando adecuadamente. Algunos de los que han sido conscientes de esta situación se han limitado a valorar que las agresiones forma parte "de lo normal en los chavales" y no han intervenido en educar y evitar estas situaciones. Ese está siendo el escollo fundamental para acabar con estas dañinas prácticas.
