El Corte Inglés intensifica su proceso de cierres de centros comerciales durante este verano en un plan que tiene dos aristas: reducir la deuda del grupo y resituar el modelo de negocio hacia la venta por internet. Con este objetivo, la firma de grandes almacenes inicialmente prevé bajar la persiana a establecimientos situados en las ciudades de Madrid, Bilbao y Valencia, cinco en total, a finales del mes de julio.
En Madrid, El Corte Inglés cerrará sus centros comerciales instalados en los complejos de La Vaguada y Parquesur, así como su gran almacén situado en la calle Serrano, 52 (adquirido a Marks&Spencer y que actualmente vendía firmas de lujo masculinas, así como un espacio de restauración con los restaurantes de Dabiz Muñoz). Los tres almacenes habían sido vendidos tres años atrás a un fondo de inversión y se había mantenido en régimen de alquiler, que ahora finalmente no se ha renovado.
Tras el cierre de La Vaguada y Parquesur, El Corte Inglés reforzará los centros ubicados en Castellana, Sanchinarro y El Bercial, donde prevé la recolección de los 500 empleados afectados. En el caso de Serrano, 52, se prevé unificar la oferta en su almacén anexo, situado en el número 47 de la misma calle. Los sindicatos han solicitado a la compañía que tenga en cuenta las preferencias de los trabajadores a la hora de ejecutar las recolocaciones. Los grandes almacenes señalan que tendrán en cuenta preferencias de destino, proximidad de los centros a los domicilios y habilidades profesionales.
En Bilbao se prevé el cierre de su emblemático centro ubicado en Gran Vía, entre los números 7 y 9, a partir de este verano, tras el cierre situado también en la misma calle, en el número 20. El cese de la actividad en el centro ubicado en el número 20 es también consecuencia de la no renovación del contrato de alquiler, y sus 70 empleados se reconocerán en el edificio principal del grupo.
En cuanto a Valencia, El Corte Inglés abandonará uno de sus centros ubicaos en la calle Colón de Valencia, destinado hasta la fecha a la sección de moda juvenil, para centrarse en sus otros dos edificios ubicados en la misma avenida.
Además, la enseña de grandes almacenes ha puesto en venta dos locales en Andalucía, en las provincias de Sevilla y Córdoba, a través de una operación con la que espera obtener 50 millones de euros. En el caso de Sevilla, El Corte Inglés quiere desprenderse de un local especializado en deportes, cuya oferta pasará al centro cercano de Plaza del Duque de la Victoria, mientras que en el caso de Córdoba, se trata de un local que llevaba varios años clausurado, sin actividad.
Cierres ejecutados
Hay causas variadas en la ejecución de los cierres, pero especialmente se centran en la necesidad de cortar pérdidas de algunas tiendas y reducir la deuda del grupo, que en el cierre del primer semestre de 2021 estaba en 3.940 millones de euros. Ha habido cierres diversos, como Francesc Macià (Barcelona), Linares (Jaén) o El Tiro (Murcia).
Otros, han sido reconvertidos con diversos formatos. El centro comercial de Arapiles (Madrid), Sevilla Este o Guadalajara, por ejemplo, han abandonado el formato tradicional de gran almacén y ahora cuentan con el formato outlet en el que venden artículos de temporadas pasadas a precios rebajados. Una estrategia del grupo para sacar partido a su stock y llegar a un nicho de mercado mucho más amplio. Estos centros sí mantienen algunos servicios auxiliares del grupo, como el supermercado, el restaurante o la agencia de viajes.
Otro centro, como Eibar, se ha reconvertido en una dark store, un almacén centrado únicamente en la venta online y al que no puede acceder el público general. Y queda duda sobre el futuro de Arroyosur (Leganés, Madrid), que iba a ser reconvertido en un centro comercial al uso y cuya reforma quedó paralizada por la pandemia.
Los tres ejes en los que El Corte Inglés sostiene su reconversión
Los planes de El Corte Inglés para su reconversión se sostienen sobre tres ejes y se han acelerado con la pandemia del coronavirus. Un plan con el que busca reducir su gran deuda acumulada en el pasado y, también, adaptarse a las nuevas tendencias del mercado.
El grupo ha optado hasta ahora por tres formatos para sus centros menos rentables: convertirlos en formatos outlet, transformarlos en centros logísticos o alquilarlos a terceros. En marzo de 2021, el grupo convirtió su centro de Eibar en una dark store, un almacén online que da servicio a Vizcaya, Álava y Guipuzkoa. Los outlets se han aplicado en centros como Sevilla Este. En Marbella, por ejemplo, se alquiló a un grupo sueco para que fuera ocupado por oficinas.
Además, la empresa continúa con su plan de desinversiones. Recientemente ha puesto en venta dos centros ubicados en la Puerta del Sol de Madrid, por hasta 200 millones de euros, en el marco de un proyecto con el que aspira a volver a vender activos inmobiliarios por valor de 3.000 millones de euros.