Pamplona se prepara, otro año más, para comenzar con su semana de festividades más famosas. San Fermín ya está aquí y la capital navarra está a punto de dar la bienvenida a miles de turistas que planean correr delante de los toros y sobre todo pasárselo bien (aunque eso incluya comer y beber hasta el amanecer).
San Fermín no deja de ser una de las fiestas populares más conocidas en todo el mundo y, como es habitual, miles de guiris visitan Pamplona para unas vacaciones llenas de fiesta. Pero el ser humano, venga de donde venga, tiene tenemos la fea e incívica costumbre de orinar en la calle o cualquier esquina cuando está bebiendo en la calle. Puede ser la falta de urinarios públicos, puede ser que tenemos una vejiga pequeña o que simplemente nos gusta ser unos guarros y pasear por calles sobre orines de gente que ni conocemos. Para este grave problema, Pamplona tiene una solución perfecta.
Se llama CK-Splash Back (a falta de un nombre más comercial, lo llamaremos CK) y consiste en una película aplicada en una pared que hace que rebote el pis o el líquido en cuestión que se vierta sobre la fachada. Pamplona se une a una lista de ciudades españolas como Vitoria, Donosti o Santander que se han apuntado a esta novedosa idea que "impide" que cualquier viandante decida orinar en la vía pública sin que el pis le salpique más de lo normal. Ante esta reacción, el Ayuntamiento cree que muchos se lo pensarán dos veces antes de depositar sus necesidades en plena calle.
Una idea implantada en Londres o San Francisco
¿Cómo se produce este fenómeno? El CK (no confundir con la famosa marca de calzoncillos) genera un efecto en los poros de la pared formando compuestos que impiden que el líquido se vierta en la fachada sin que rebote. Una idea que además ahorrará casi 10.000 euros al Ayuntamiento en gastos de limpieza una vez que pasen los sanfermines ya que el CK se aplicará en zonas clave de Pamplona como la plaza de los Burgos o la travesía Espoz y Mina.
Estas paredes "anti-pis" llevan implantadas casi un año en otras famosas ciudades del mundo como son Londres o San Francisco, aunque Hamburgo fue la primera en usar este sistema. Una idea barata y limpia pero que quizás no impida a la gente orinar en la calle. El próximo San Fermín veremos si Pamplona (o más bien sus visitantes) se adaptan a una pared que les devuelva la orina. Sus turistas se van a