Lidia Bedman, la conocida esposa influencer del líder de VOX Santiago Abascal, ha concedido su primera entrevista, donde rompe su silencio a pesar de todas las críticas que ha recibido durante los últimos meses en las redes sociales.
En una conversación con La Otra Crónica de El Mundo, Bedman se ha mostrado feliz por el auge de VOX, que ha conseguido alcanzar la tercera fuerza en el Congreso con 52 escaños: "Estoy muy contenta con el éxito de Santi, pero a la vez entristecida por ver cómo mucha gente habla de libertad pero solo contempla la suya. Las cosas que me han deseado a mí y a mis hijos, yo no se las desearía ni a mi peor enemigo. El odio sólo daña al que odia", ha asegurado.
Esa alegría, sin embargo, no le lleva a compartir el 100% de sus propuestas: "Discrepo con Santi, como cualquier matriomonio. Un matrimonio no es una secta. Donde hay dos personas hay diferentes perspectivas y matices". Bedman no concreta exactamente las materias en las que discrepa con el líder de ultraderecha.
La conocida influencer también habla sobre las "primeras damas de la historia" a las que admira: "Yo admiro a muchas mujeres independientes de su posición social o profesión. Desde la reina hasta la chica puertorriqueña que me hace las uñas y que se gana así la vida o a la mujer que trabaja en su casa".
El auge de su marido en la política también le ha traído más de un quebradero de cabeza. Entre ellos, su principal fuente de ingresos, su perfil en redes sociales, donde acumula miles de seguidores y promociona diversas marcas: "Trabajaba con muchas empresas y muy variadas [...] Tras las elecciones andaluzas, hace ya 11 meses, me eliminaron los contratos y pidieron borrar publicaciones porque no querían tener que ver con la política. Yo no hago política", ha aclarado.
"Violencia feminista"
Sin embargo, el peor trago para Lidia Bedman han sido las críticas que ha recibido como consecuencia de su relación matrimonial con el líder de VOX. Unas críticas que ha achadado a la "violencia feminista" porque las autoras son, principalmente, mujeres.
"No sabía que había gente tan malvada. Yo siempre me he mantenido al margen y sabía que si algún día hacía un mínimo gesto me llegaría un ataque muy virulento", ha asegurado en conversaciones con el suplemento La Otra Crónica del diario El Mundo.
