El discurso contra la inmigración sin cuartel que mantiene VOX le ha llevado a sumarse a la corriente europea de la extrema derecha. La formación de Santiago Abascal propone construir un muro de hormigón en Ceuta y Melilla y agilizar la deportación de inmigrantes que se encuentran en situación irregular.
La defensa de estos preceptos puede 'chocar' con el historial de, al menos, tres de los líderes del partido y grandes defensores de estas políticas. Estamos hablando de la 'candidatable' al Ayuntamiento de Madrid, Rocío Monasterio, del secretario general, Javier Ortega Smith y del líder catalán, Ignacio Garriga. Los dos primeros cuentan con orígenes sudamericanos y el último en Guinea Ecuatorial.
Rocío Monasterio
La lideresa madrileña nació en Cuba en 1974. La dictadura de Castro llevó a su familia a emigrar a Estados Unidos. Por entonces, el gobierno cubano había expropiado la empresa de su familia, la Central de Azúcar del Golfo.
La aventura familiar en Estados Unidos duró poco. Finalmente recaló en España de manera definitiva. Ella nunca ha ocultado su lugar de origen, que comparte con su padre.
Desde España ha realizado una lucha sin cuartel contra el régimen caribeño, que le llevó a salir de Cienfuegos dejando atrás todas sus propiedades. Ahora, estas reivindicaciones han pasado a segundo plano tras iniciar un duro discurso contra los inmigrantes, a quienes acusa de "ocupar las calles, como manteros, en una situación completamente ilegal", según pronunció en el acto de Vistalegre, aquel que sirvió como principal plataforma mediática para su auge.
Desde que llegó a España, su familia ha conseguido reinventarse y abandonar una situación precaria. Su padre fue el responsable de importar los restaurantes de la cadena Kentucky Fried Chicken. Y, quizás, los suculentos ingresos de este negocio le permitieron estudiar la carrera que le ha convertido en "arquitecto" -sic- según se define en su perfil de Twitter.
Javier Ortega Smith
El secretario general de VOX ha ejercido como militar durante gran parte de su vida. Para ello, ha sido fundamental su nacionalidad española, aunque no es la única: también cuenta con pasaporte argentino.
Esta condición es la consecuencia de los orígenes de su madre, nacida en Buenos Aires y posteriormente emigrada a España. Tras establecerse en Madrid, donde nació Ortega, pudo casarse con su marido, que sí es oriundo del país ibérico.
Ortega Smith ahora es el encargado de negociar con el Partido Popular las líneas generales de un acuerdo de investidura. Su homólogo en Génova, Teodoro García Egea, materializó estas conversaciones con la rúbrica de unos papeles en la compañía de Smith cuyo contenido no ha trascendido a los medios.
Sin embargo, el futuro gobierno de la Junta deberá depender ahora de la posición de Ciudadanos ante las tesis más radicales del partido encabezado por Santiago Abascal. Entre ellas, la derogación de la Ley de Violencia de Género, que proponen sustituir por una nueva Ley de Violencia Intrafamiliar. Con ello, aseguran que quieren englobar también los casos contra hombres, niños o abuelos.
El PP y Ciudadanos, mientras tanto, se oponen. Dejando de lado estos pactos, queda una pregunta en el tintero: ¿La madre de Ortega y la propia Rocío Monasterio se podrían haber instalado en nuestro país con las restricciones que plantean en la frontera?
Ignacio Garriga
Ignacio Garriga es uno de los líderes de VOX en Cataluña. Nacido en Barcelona, sin embargo tiene orígenes extranjeros: concretamente en Guinea Ecuatorial. Con el paso de los años, toda su familia ha terminado emigrando a la comunidad autónoma en la que vive, lo que ha permitido una vida con mejores posibilidades.
Los únicos que, ocasionalmente, vuelan hacia el único país hispanohablante de África, son sus hermanos. Ellos aún poseen territorios a su nombre que no han sido expropiados, al contrario de lo que ha sucedido con parte de su familia.
La familia de este joven barcelonés siempre fue conservadora. Su madre, Clotilde, militó en el PP y siempre fue conocida por su actitud activa en la formación, con una fuerza increíble para organizar todo tipo de eventos y actividades del partido.
"Durante un tiempo milité en el Partido Popular, les ayudé a plantar cara a la dirección, que no estaba dando el discurso adecuado contra el nacionalismo y había abandonado el discurso de la vida", asegura Garriga en declaraciones a El Confidencial.
Su paso a VOX, al parecer, estuvo vinculado a la deriva del marianismo que ha sido tan criticada por las voces más conservadoras del PP: "El centro reformista era cada vez más descafeinado; di la batalla lo que pude, traté de promover otras candidaturas alternativas, pero no fue posible. Hace más de diez años decidí irme", relata.
A pesar de sus raíces, Ignacio Garriga mantiene un discurso muy beligerante con la inmigración. Por ejemplo, califica que la actual política del gobierno de Pedro Sánchez forma parte de una especie de "caridad mal entendida".
También miembro del comité ejecutivo de la formación ultraderechista, Garriga pide "proteger las fronteras para defender nuestra tradición y cultura", añade. Y, por ello, pide atender pateras que llegan a España para, inmediatamente, "identificar de dónde son, porque seguro que se puede saber, y luego devolverlos a su país de origen". Y, en cambio, apuesta por crear políticas que favorezcan que los ciudadanos "se queden allí", antes de acogerlos en nuestro país.
Junto al mantra de la inmigración, Ignacio Garriga también aprovecha para mostrar un punto antieuropeo que ha caracterizado a todos los movimientos de extrema derecha que están triunfando en Europa: "Somos todos de Europa y tal; no, no, chico, yo primero soy español y luego soy europeo y por tanto tengo que proteger a mis conciudadanos, porque los primeros son los de casa".