La líder del Partido Popular valenciano, Isabel Bonig, ha pedido este jueves 2 de marzo que el autobús transfóbico de la asociación ultracatólica Hazte Oír pueda circular por toda Valencia con "libertad" y "respeto".
Para Bonig, que el autobús circule es del todo normal "al igual que hay asociaciones que salen en determinadas fechas a la calle reivindicando". Sin embargo, parece olvidar que, mientras que algunos colectivos únicamente salen a defender sus propios derechos, este autobús tiene como fin fomentar la discriminación de los niños en las escuelas por ser, simplemente, quienes son.
Por otro lado, Bonig también ha asegurado que "hay que dejar que el autobús viaje libremente", puesto que expresa su punto de vista "con respeto, sin que se meta con nadie ni insulte a nadie". En este punto, Bonig también olvida que la discriminación que sufren los menores trans provoca que cuenten con una tasa de suicidios ocho veces superior al resto de la población, o que tengan seis veces más posibilidades de caer en depresión. Solo dos de cada diez se sienten realmente integrados en la sociedad y uno de cada dos no cuenta, siquiera, con apoyo familiar. ¿Estamos hablando, de verdad, de respeto? En realidad son niños que están sufriendo secuelas que pueden ser permanentes. Su único delito es ser como son. ¿Debemos permitir que se fomente esto?
Por otro lado, Bonig debería recordar que el mensaje de Hazte Oír sería algo así como "publicidad engañosa". La ciencia ha demostrado que nadie es hombre o mujer por poseer pene o vulva. ¿Debemos dejar que cale entre los niños una información claramente falsa y con unas consecuencias tan dañinas para los menores?
Además, para Bonig, "igual que unos defienden una postura, hay que respetar también el derecho de los demás a ser escuchados en libertad, sin atacar ni menoscabar ni ofender a nadie". Quizás este autobús sí que ofende y desprecia a algún colectivo.
Para ello, la líder popular ha pedido a los dirigentes políticos valencianos que se oponen a la circulación de este autobús que hagan "un ejercicio, como hizo el PP en su ponencia social, desde la pluralidad que existe, pero desde el respeto a todas las posiciones".
El autobús no circulará por Valencia
Quienes mantienen el poder en la comunidad valenciana, son el socialista Ximo Puig en la Generalitat y el alcalde Joan Ribó.
El regidor ha asegurado que el autobús "no va a estar en Valencia", puesto que para su circulación necesita de un permiso que el ayuntamiento no les concederá. "Hemos desplegado a bandera LGTB y esta tarde va a haber una concentración para mostrar la repulsa ante comportamientos de este tipo", que ha calificado de "deleznables" unos comportamientos "que convendría erradicar". Por su parte, la concejala de Protección Ciudadana, Anaïs Menguzzato, ha asegurado que ha movilizado a la Policía Municipal para que el autobús no pueda acceder a la capital valenciana. Menguzzato ha querido también responder a Bonig con el siguiente mensaje: "si el autobús llevase un mensaje racista, incitando al odio contra las personas negras, ¿se atrevería a decir esto? Mira que lo llevan dentro..."
Por otro lado, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha asegurado que el vehículo transfóbico "excita lo peor del ser humano, la discriminación y la falta de respeto a la dignidad de las personas" y ha asegurado que "este autobús no es bienvenido".
Repulsa en el PP nacional
La repulsa ante este autobús transfóbico ha sido prácticamente generalizada, a excepción del Partido Popular valenciano. El portavoz del PP nacional, Rafael Hernando, ha calificado de "disparate" la campaña de la formación ultracatólica y ha señalado que no se puede hacer confrontación social con la sexualidad y mucho menos con la de los niños.
Por su parte, la aspirante a liderar la formación madrileña, Cristina Cifuentes, consideró como una "provocación absoluta" la circulación de este autobús transfóbico y recurrió a la Abogacía General de la Comunidad de Madrid para que impusiese las sanciones que considerase oportunas.
Mientras tanto, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, aún no se ha manifestado sobre la polémica. El regidor valenciano, Joan Ribó, le ha pedido que retire el título de asociación pública, una figura que le brinda exenciones fiscales y asistencia jurídica gratuita. El exministro del Interior, Jorge Fernández Díaz le otorgó esta característica en 2013, con lo que reconoció que "promueve el interés general y mantiene un carácter cívico, educativo, científico y cultural".