VOX enfrenta un serio problema de división interna en la provincia de Castellón. Así ha quedado patente tras la última pelea que ha protagonizado su líder provincial, Llanos Massó y que ha quedado grabada mediante un teléfono móvil.
La pelea se inició por las maneras en las que Massó dirige el partido. Varios afiliados reprocharon su fuerte dependencia de Madrid y cómo se había permitido que el vicesecretario de organización de VOX Castellón, David Muñoz, había colocado a su mujer en el grupo parlamentario poco después de dimitir.
Massó, perteneciente al sector más ultra del partido, dio un golpe en la mesa ante los constantes cuestionamientos internos: "El que quiera ayudar, bienvenido sea, el que quiera poner palos en las ruedas, lo siento mucho, no tenemos obligación de contar con ellos", aseguró entre gritos, según recoge El Diario.
El encuentro se produjo en un bar de Castellón, donde la conversación empezó con bueno tono, siguió con cruces de acusaciones y terminó a gritos. Sobre todo, porque la dimisión y posterior enchufe de la esposa del vicesecretario no fue comunicada a los militantes por ninguno de los canales oficiales del partido.
El cuestionamiento de estos procedimientos genera una sonora carcajada irónica en la líder provinicial. Después, no duda en pronunciarse: "Me parece una falta de respeto", le critica. Luego añade: "Si el responsable nacional territorial, mi superior, me ha dicho que no es de nuestra incumbencia, yo no soy quién", asegura Massó para eludir además cualquier tipo de responsabilidad.
"Esto no es Podemos: las decisiones no se toman por mayoría ni votaciones"
Otra de las cuestiones que se debatieron fue el cambio de cerradura de la sede del paritdo en Castellón. Según Llanos Massó, la decisión parte del comité central del partido, que es quien realmente decide todo lo que sucede en las organizaciones provinciales. La líder regional asegura que se ha limitado el acceso a la sede por cuestiones de seguridad y que "antes tenía la llave medio Castellón".
Uno de los presentes critica que le ha resultado "muy doloroso" que su propio partido ahora vete su entrada y pide que se escuche más a los afiliados. Massó rápidamente responde: "Claro que se escucha a los afiliados, pero hay un problema: en este partido, la última decisión la tiene el Comité Nacional". Y justifica: "las decisiones no se toman por votación y por mayoría, esto no es Podemos, no es un partido asambleario".
Massó también deja entrever que el poder de la organización provincial es prácticamente nulo y que las organizaciones dependen prácticamente al completo de las decisiones que se adoptan en Madrid. Una práctica que, no obstante, genera problemas en los territorios más alejados de la capital.
"Escribe a Madrid y diles: 'No me llegan los correos de VOX'. Yo lo hago todos los días", justifica la líder de Castellón. Su poder, critica, es tan limitado, que no tiene siquiera constancia de qué vecinos están ahora mismo afiliados al partido: "En Madrid ahora mismo nosotros ya no tneemos acceso a la base de datos de los afiliados [...] Porque yo estoy harta de quejarme de eso".
Massó considera que el problema que surge en VOX Castellón, a la hora de organizarse y comunicarse con los afiliados es de Madrid, que ignora sus peticiones. Un simpatizante del partido presente en la reunión, acusa: "Para mi, la responsable eres tú".
A partir de este momento surge toda una serie de reproches hacia Massó por su incapacidad de imponerse hacia Madrid y hacer que las demandas de la formación provincial sean satisfechas con éxito.