El éxito de 'Cincuenta Sombras de Grey' sigue marcando récords a lo largo del tiempo, aunque esta vez para mal. Primero fue su recaudación en taquilla en la adaptación a la gran pantalla (¿quién dejó a Jamie Dornan acercarse a eso?) y ahora sus ventas de ejemplares usados. Así lo ha demostrado una tienda de segunda mano administrada por la ONG Oxfam situada en Swansea, Gales. Están recibiendo tantos libros de parte de donaciones que están pidiendo a todos sus clientes que dejen de llevarles ejemplares de la trilogía.
Please donate to Oxfam. Happy to take anything but vinyls would be better than 50 Shades of... books if possible :) pic.twitter.com/tYE5UiHddG
? Oxfam Swansea (@OxfamCastleSt) March 22, 2016
La gente se quiere deshacer del best-seller y la mejor manera que han encontrado es mediante una donación. "Apreciamos todos los donativos, pero menos libros de 'Cincuenta Sombras de Grey' y más vinilos de los 60 y los 70 estaría bien", ha declarado Phil Broadhurst, trabajador de la tienda, quien ha afirmado que la zona de libros se está convirtiendo en un "asilo para los libros de E. L. James".
"Hay muchísima gente obsesionada con 'Cincuenta Sombras de Grey', tenemos a gente trayendo copias del libro todo el tiempo. Basta ya". La tienda dice tener "literalmente cientos de copias" y no es para menos, puesto que los libros han sido usados para construir un fuerte en la librería a la que están siendo destinados en un pequeño pueblo, a pocos kilómetros de la ciudad.
"Han construido una casa (con los libros) en la que puedes entrar, con sus paredes y su puerta. Es muy divertido", explica Katherine Eilbeck, encargada del negocio. Ella misma espera que la gente traiga material de mayor valor que la novela: "en vez de traer otro 'El Código Da Vinci' u otro 'Cincuenta Sombras de Grey', ¿podemos tener otra cosa, por favor?".
No es la primera vez que 'Cincuenta Sombras de Grey' tiene este problema. Ya en 2012 varias librerías de segunda mano de Reino Unido denunciaron la montaña de papel que habían recibido de parte de sus dueños. Catherine Coulter, encargada de la sección de libros en Cancer Research UK declaró: "las donaciones son siempre bien recibidas, pero sus ventas secundarias son un gran problema. Nadie quiere comprar el libro".
A esto se le suma el hecho de que la novela de E. L. no es reciclable. El libro no se puede reciclar en nuevo papel debido al pegamento usado en su encuadernación, aunque Eilbeck ha recibido propuestas para otros usos, como convertirlo en pasta de celulosa y rellenar así baches en algunas carreteras, una solución que ya sirvió para restaurar una de las principales autovías del país. Además, según Eilbeck, un hombre está interesado en "crear una pared de verdad con los libros ya que estos tienen todos el mismo tamaño". Al final el best seller podría llegar a jugar en beneficio del bien ciudadano.
Aunque la anécdota no deja de tener su gracia, muchas personas se han quejado en la página de Facebook de la tienda demandando que se trata de un negocio de segunda mano cuyos beneficios se destinan a proyectos de caridad y por ello mismo no deberían rechazar ningún producto.