Tras la ronda de toma de declaraciones, finalmente el juez de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu, ha decidido dejar en libertad con medidas cautelares a uno de los cuatro detenidos por la matanza de Barcelona, que dejó un total de 15 muertos en tres ataques consecutivos.
Se trata de Mohamed Aallaa, un joven de 27 años detenido en Rioll y hermano de Sadi Aalla, uno de los terroristas abatidos en Cambrils. El juez ordenó su detención porque aparecía como el titular del Audi A3 con el que intentaron perpetrar una nueva masacre en la localidad tarraconense. Además, se cree que el coche fue utilizado para viajar a París en los días previos al atentado.
Andreu considera que no existen pruebas sólidas de su participación en la célula y afirma que los primeros indicios aseguran que el dueño real del vehículo era su hermano abatido. Por todo ello ha decidio dejarle en libertad, aunque con medidas cautelares: deberá comparecer cada lunes en los juzgados.
El otro detenido que podría ser puesto en libertad durante las próximas horas es Salah El Karib. El acusado regentaba un locutorio y compró sendos billetes de avión a Driss Oukabir y al imam de Ripoll y principal instigador de los atentados, Abdelbaki Es Satty.
El Karib ha asegurado que se limitó a actuar como intermediario para realizar la compra de los billetes, pero en ningún caso sabía para qué iban a ser utilizados. La Policía está registrando su locutorio en busca de pruebas, y se ha dado 72 horas para determinar si sigue en prisión o finalmente es puesto en libertad.
Los únicos enviados a prisión por el momento son Driss Oukabir, hermano de Moussa (abatido en Cambrils) y a cuyo nombre se alquiló la furgoneta que arrolló a la multitud en La Rambla. Driss aseguró en un primer momento que su hermano le había robado el pasaporte para alquilar el vehículo, pero después cambió de versión y afirmó que ´él mismo la adquirió porque le aseguraron que necesitaban realizar una mudanza.
Este cambio de versión ha sido determinante para que el juez Andreu haya decretado prisión incondicional, aunque el acusado asegura que mintió por miedo a cualquier represalias. Igualmente, entra en sospecha su viaje con Es Satty, el imam de Ripoll, a Francia, donde la célula podría haber recibido apoyos para perpetrar la masacre.
Volar la Sagrada Familia
Finalmente, el último de los cuatro detenidos Mohammed Houli Chemlal, también irá a prisión sin fianza por su clara vinculación con el núcleo de la célula. El joven de 21 años se encontraba en la casa de Alcanar, donde se preparaban explosivos, cuando el artefacto explotó por sorpresa.
El joven fue el único que salvó su vida porque en el momento crítico se encontraba en el porche de la vivienda. Sin embargo, aún padece graves heridas por el incidente e incluso tuvo que ir a declarar con el pijama del hospital a la sede de la Audiencia Nacional.
Houli está colaborando con la Justicia y ya ha señalado los planes iniciales de la célula, que pasarían por un atentado mayor. Según relata El Español, los terroristas tenían pensado colocar tres furgonetas bomba en una zona contigua a la Sagrada Familia, en La Rambla, y en una zona que no ha trascendido pero que, al parecer, se situaría a los alrededores del puerto. De esta forma, arrollarían a la multitud y después se inmolarían en el interior de los vehículos.
El imam, que había tenido vínculos con algunos de los instigadores del 11-M, había pasado un proceso de radicalización muy profundo, y al parecer tendría una clara intención de inmolarse. No comulgan con esta tesis los agentes de la Policía, que consideran que el reclutador, con un perfil muy valorado por Daesh, hubiera vuelto rápidamente a Siria de no haber muerto en Alcanar.
Los agentes que están investigando la casa han encontrado explosivos, entre los que se han encontrado 'La Madre de Satán', un potente compuesto casero muy mortífero empleado en los atentados de París y Bruselas. En la zona se encontraron metralla y pulsadores con los que explotar las cargas, así como pólvora. Todo ello puede hacer pensar que la idea incial de esta célula era la de organizar una completa masacre.