Elaine B. Goodman había sido acusada de abusar sexualmente del novio de su hija de tan solo 13 años. La mujer, además, había reconocido su culpabilidad. Pero, a pesar de ello, parece que sus actos no van a tener las consecuencias que se esperaban.
Según ha asegurado el juez, enviar a la cárcel a Elaine sería una aberración, a su juicio, porque la condenada cuida de sus padres y de otros miembros de su comunidad. La pena a la que finalmente se enfrente de dos años de libertad condicional.
Sin embargo, las pruebas contra ella han sido bastante concluyentes: junto con las pruebas de ADN del vehículo de la acusada, los mensajes que se intercambió con una amiga eran bastante incriminatorios: "Él es tan lindo... con un cuerpo y culo tan bonito" y prosigue: "Le pregunté que qué está haciendo en el mundo un cuerpo como él a los 13 años...".
El niño ha relatado además los abusos a los que Elaine le había estado sometiendo, cuando le encerró en el coche comenzó a besarle y desvestirle, "tomó su 'ya sabes qué' y las puso en su 'ya sabes qué'".
El menor aún sufre importantes secuelas por lo sucedido. Según ha asegurado la defensa del joven agredido, aún siente mucha vergüenza por lo sucedido, algo que le ha afectado en importantes áreas de su vida, incluidos los estudios. Según ha relatado, el joven confiaba en todo momento en la madre de su novia y no esperaba que ella pudiese llegar a tal extremo. El juez ha reconocido tal realidad, pero ha considerado que la cárcel "no es la respuesta".