El pasado septiembre de 2021, Vyacheslav Matrosov obligó al que era su mejor amigo, Oler Sviridov, a cavar su propia tumba en un bosque en la región de Samara (Rusia) tras descubrir que había abusado sexualmente de su hija de 6 años a través de imágenes explícitas en el teléfono de su amigo donde se mostraba la violación.
El agresor murió poco después en ese mismo lugar y los investigadores concluyeron que Svidiriov se quitó la vida en el bosque. Sin embargo, las heridas de arma blanca que presentaba en su cuerpo hicieron que Matrosov fuese inicialmente detenido bajo sospecha de asesinato.
Las protestas por la acusación
Esta acusación desató las protestas públicas de centenares de personas que pedían su libertad y que lo aclamaban como un héroe. "Todo padre habría hecho esto (matar a alguien que vieron abusando de su hijo). Esto será un ejemplo para todos. Por lo tanto, exigimos comprensión del poder ejecutivo, el Ministerio del Interior y el Comité de Investigación", decía una petición de apoyo a Matrosov.
En abril de 2022 fue sentenciado por "incitar" a su amigo " al suicidio" por el Tribunal Krasnoglinsky en Samara. Ante esta sentencia, la movilización rusa hizo que el hombre cumpliera una condena más laxa que la que hubiera cumplido en el caso de haber sido acusado de asesinato, pasando de 15 de cárcel años a 18 meses.
No obstante, la misión del pueblo ruso no terminó ahí. Ellos querían la absolución plena del padre. Por ello, iniciaron una recogida de firmas con ese objetivo y, finalmente, lo han conseguido. Matrosov está en libertad.
