Shane Piche, un hombre de 26 años de Nueva York (Estados Unidos), no irá a la cárcel tras violar a una menor de 14 años. La situación es aún más crítica tras descubrir que la menor es alumna del colegio para el que Piche trabaja como conductor del autobús escolar, en el que ella viaja a diario.
El condenado utilizó su contacto diario con la menor para entablar poco a poco una mayor relación, llegando a brindarle regalos con el único propósito de lograr su finalidad. Hasta que un día la invitó a su casa y la violó.
A pesar de la gran cantidad de pruebas en su contra y de la condena firme, sin embargo, el juez no le ha enviado a la cárcel. ¿El motivo? Los técnicos le han catalogado en el nivel uno de agresores sexuales, el más bajo reservado para aquellos con poco riesgo de cometer otro crimen similar.
Al no apreciar riesgo de reincidencia, la ley del Estado de Nueva York contempla que este tipo de personas no deben pisar la prisión y deben ser castigadas por libertad condicional.
Tendrá protección especial para evitar represalias
El caso de Shane Piche ha dado la vuelta al mundo. Por ello, el juez ha decretado algunas medidas preventivas para evitar represalias. Entre ellas: habrá obligación de ocultar sus direcciones.
La sentencia asegura que no hay motivos para que el condenado permanezca en prisión porque solo tiene una víctima y no cuenta con antecedentes penales. Por ello, fija las siguientes condiciones para la libertad: una fianza de 1.425 dólares y la prohibición de permanecer con cualquier persona menor de 17 años a solas.
La decisión ha reabierto el debate sobre la conveniencia de endurecer las penas a los agresores sexuales en Ewstados Unidos, ya que se acumulan sentencias de este tipo durante los últimos años. Una de las más polémicas: en 2016, un joven fue condenado a seis meses de prisión por violar a una mujer inconsciente.