Muy sonado ha sido el caso de Jamie Harron, el escocés que se encontraba retenido en Dubai en libertad bajo fianza y sin disponer de su pasaporte, a la espera de del veredicto de la sentencia que decidiría si le encarcelaban o le dejaban en libertad.
Se le acusaba de haber rozado a un hombre en un bar, algo que allí se considera indecencia pública. Harron, de 27 años, estaba tomando algo con un amigo cuando para evitar derramar su bebida, puso la mano delante de él y tocó la cadera de un hombre. El ofendido, que al parecer era un importante hombre de negocios, decidió denunciarle y poco después del incidente arrestaron a Harron, que se vio envuelto en un proceso judicial que ha durado casi cuatro meses.
Finalmente el pasado martes 24 de octubre pudo volver a su país, a Reino Unido. Harron, que trabajaba en Afganistan de electricista, llevaba todo este tiempo durmiendo en casa de un amigo en Dubai, esperando a que le informasen de si era libre de regresar a su hogar.
Un largo proceso judicial
Tres meses ha tardado el primer ministro de los Emiratos Árabes, Sheikh Mohammed bin Rashid Al Makotum, en retirar los cargos de la denuncia, lo que ha permitido que el joven vuelva a reunirse con su familia. A su llegada comentó:
Todo ha sido muy caótico. Ayer me enfrentaba a una pena de prisión y hoy me han dicho que podía coger mi pasaporte
Según Harron, el hombre al que ofendió tenía mucho poder, algo que desencadenó esta situación y a pesar de que él retiró la denúncia, los fiscales del país siguieron con el caso.
Todo este tiempo en Dubai le ha costado al electricista su trabajo además de una pérdida de 30.000 libras en gastos y honorarios para defender su caso. Ahora considera la posibilidad de emprender acciones civiles contra el empresario que lo denunció y contra sus trabajadores.
Al llegar al aeropuerto de Reino Unido, recibido por la prensa, Harron ha declarado estar "muy feliz, muy contento de estar en casa" y deseando descansar en su cama, "mi buena cama". "Me he mantenido bastante positivo durante todo este tiempo para ser sincero, porque no podía creer lo que estaba pasando y por las razones que estaba pasando, incluso ahora aquí en casa, todavía no puedo creer que hayan pasado tres meses y medio casi cuatro", ha explicado.