Cuando hablamos de sanatorios siempre nos imaginamos lugares desangelados y llenos de personas al borde de la desesperación más absoluta. Por ello, en nuestro país, gran parte de estos centros se encuentran abandonados y nadie los rehabilita o derriba: no quieren construir sobre el mismo terreno.
Este es el caso del Sanatorio del Santo Ángel o de la Barranca, ubicado en Navacerrada y que lleva más de veinte años abandonado en medio de una montaña. Su apariencia es digna de películas de terror en donde habitan seres fallecidos o cucarachas y ratas.
La Barranca fue contriuda a cargo del Ministerio de Sanidad en 1941 pensada como sanatorio para curar a tuberculosos ya que el aire de la sierra resultaba óptimo para tratar a los enfermos. Sin embargo, este centro dejó de funcionar a medida que los avances médicos llegaban a España. De este modo, el centro pasó a ser un centro psiquiátrico pero cerró en 1995.
Gritos, apariciones y rituales satánicos
Por tanto, la leyenda aumenta. Algunos lugareños han llegado a decir que han escuchado voces en mitad de la noche o incluso gritos desgarradores. Otros cuentan que han visto figuras de personas en las ventanas sin cristales o luces en los pasillos. Sin embargo, todavía nadie ha demostrado nada, así que quién sabe si Iker Jiménez tiene que acudir a la Barranca para resolver otro misterio o simplemente nos gusta difundir leyendas.
Aunque, para los creyentes más acérrimos, no cabe duda: se trata de un lugar peligroso no sólo por lo expuesto, sino también porque ha sido escenario de rituales satánicos o de experiencias paranormales como numerosos intentos de conectar con el más allá. Y es que los restos de velas y pintadas son prueba de ello.