La ley de libertad sexual, conocida popularmente como 'ley de solo sí es sí', tipificará por primera vez como delito el acoso sexual callejero, castigado con localización permanente o trabajos en beneficio de la comunidad.
El anteproyecto considera autor de un delito leve a quienes "se dirijan a otra persona con expresiones, comportamientos o proposiciones de carácter sexual que creen a la víctima una situación objetivamente humillante, hostil o intimidatoria, sin llegar a constituir otros delitos de mayor gravedad".
La última versión de la propuesta de ley recoge una nueva versión del consentimiento: los límites están sobre lo que sí es, en vez de lo que no sería. "Solo se entenderá que hay consentimiento cuando se haya manifestado libremente mediante actos que, en atención a las circunstancias del caso, expresen de manera clara la voluntad de la persona".
Con este movimiento, la ley recoge el consentimiento como recomendaron el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), el Consejo Fiscal y el Consejo de Estado tras analizar la redacción anterior. Tiene su base en el Convenio de Estambul sobre prevención y lucha contra la violencia contra las mujeres, aunque va un paso más allá, porque exige que el consentimiento sea, además de firme y voluntario, manifestado de forma clara.
Se elimina el delito de abuso sexual
Con ello, se equiparan a las víctimas de violencia sexual con las víctimas de violencia de género, inspirado por las polémicas judiciales que han empañado el caso de 'La Manada' de Pamplona, en los Sanfermines de 2016. Desde entonces, surgió el debate sobre la necesidad de abordar un cambio legal para endurecer las penas, que cinco años después parece ejecutarse. También desaparecerá el delito de abuso sexual, algo que ya contempló el Gobierno de Mariano Rajoy a raíz del caso de 'La Manada' cuando se exigían cambios legales.
El proyecto también recoge otras normas, como la acreditación de víctimas sin necesidad de presentar una denuncia policial, extender la actuación de la policía especializada o las oficinas de víctimas; así como ayudas económicas para las personas que sufran este tipo de violencia.
Además de estos aspectos, el texto también recoge el "derecho a la reparación" de las víctimas como uno de los ejes a la hora de "lograr la completa recuperación de las víctimas y las garantías de la no repetición de la violencia". Además, se prevé la creación de los centros de crisis de 24 horas, que atienden a mujeres durante todo el año; así como casas de niños para atención a menores.
