La polémica que ha surgido en torno a la imagen de Leonor Sánchez, una de las candidatas de Izquierda Unida-Equo al ayuntamiento de Ávila, demuestra cómo se continúa asociando la imagen -vestimenta, peinado, etc.-, a la calidad o no de una persona como política o político. De hecho, hay que recordar la cantidad de portadas, artículos y programas que rellenó el aspecto de Alberto Rodríguez Rodríguez, diputado español de Podemos en el Congreso de los Diputados, cuando acudió el primer día de la pasada legislatura.
Este tipo de debates siempre existirán, pero siempre hay que tratarlos desde el mayor de los respetos. Sin embargo, con Leonor Sánchez, de 34 años, se han traspasado todos los límites y barreras posibles. La campaña de acoso y derribo contra la candidata de Izquierda Unida-Equo está siendo demoledora. Su aspecto en los carteles de la campaña no ha pasado desapercibido y los comentarios sobre ello no han tardado mucho en convertirse en la comidilla, transformándose en un auténtico juicio público hacia ella.
Campaña de desprestigio por su imagen
Los candidatos de Izquierda Unida-Equo han visitado la protectora Huellas que recoge una media de 300 perros al año (casi uno por día) pic.twitter.com/fYSl6WDDpc
— IU Ávila???? (@IUAvila) 9 de mayo de 2019
¿Qué es más importante la imagen o la validez como político? Seguramente, nadie se ponga de acuerdo en este aspecto. Aun así, la campaña de desprestigio que está viviendo Leonor Sánchez se la está "tomando a guasa", como declara la protagonista a El Español. Quizá es lo que mejor se puede hacer en un caso como el que está viviendo ella en sus propias carnes en el escenario virtual víctima de insultos, parodias y faltas de respeto.
Leonor Sánchez se dedica a la educación e interpretación ambientas, así como ejerce de escritora en su tiempo libre habrá pensado que la ignorancia es el peor de los pecados, en referencia a todos aquellos que se ríen, critican y se mofan de ella. Sin embargo, tiene claro, la política se hace "en la calle" y lo lleva haciendo "desde la adolescencia". Leonor comenzó a cursar Ciencias Políticas, pero por diversos motivos dejó la carrera antes de terminar. Eso sí, no la dejó de lado como es evidente: adoptó un foco más activista al formar parte del 15M y ejercer el activismo en una Plataforma Feminista. Ahora, ha decidido adoptar un papel institucioonal y convertirse en candidata de Izquierda Unida-Equo al ayuntamiento de Ávila para representar a "distintas asociaciones y partidos", según explica a El Español.
El paso definitivo que la llevó a meterse en política fue porque empezó a pensar que la "lucha que hay en la calle y en las instituciones no están reñidas. Es nuestra obligación estar en con la gente en las manifestaciones, pero también el estar dentro", comenta al periódico digital.
Trabajadora incansable
La realidad es muy distinta y, en la mayoría de las ocasiones, mucha gente debería cerrar la boca o pensar dos veces antes de escribir o tuitear para juzgar a una persona por sus apariencias. Leonor Sánchez, como cuenta El Español, forma parte de la gestión asamblearia que lleva el día a día de la asociación La Casa Abril, donde atiende a inmigrantes, mujeres víctimas de la violencia machista o niños y niñas con riesgo de exclusión social, entre otras. Una organización que define como "apartidista".
Compartimos un vídeo de la pegada de carteles IU-EQUO que tuvo lugar anoche en Ávila. #IUEQUO#tuizquierda#Avila ????? pic.twitter.com/VmOXo47kQE
— IU Ávila???? (@IUAvila) 10 de mayo de 2019
La diputada de Izquierda Unida-Equo deja claro que todo se lo toma "a broma" y, entre risas, deja claro que se "ducha" que "no tiene piojos" que no "toma drogas" e invita a todos aquellos que no les gusta su look que venga a mirarla si "tanto os gusta", relata con cierta sorna al periódico digital. Incluso, no duda en explicar que para ella "okupa, mendiga, vegana, comunista, malabarista, independentista y atea" no son insultos.