El lehendakari Íñigo Urkullu ha adelantado la fecha de las elecciones vascas al próximo día 5 de abril y Alberto Núñez Feijóo ha reunido a su equipo de urgencia para sumarse a esta iniciativa (ambas comunidades también compartieron comicios en 2016). El motivo de la fecha, según el entorno del presidente vasco, es evitar que las elecciones catalanas que convocará Quim Torra tras los presupuestos puedan influir en el proceso vasco.
Esta jornada es la última que permitiría celebrar los comicios en día 5, ya que los plazos se agotan. La decisión se hace efectiva un día después, cuando aparece en el Boletín Oficial del País Vasco y siempre tiene que pasar un plazo de 54 días entre la disolución del Parlamento y la colocación de las urnas.
El adelanto de las elecciones acorta la legislatura e impide presentar varios proyectos de ley que se prometieron entonces en campaña electoral, pero por otro lado también permite afrontar estas propuestas con los presupuestos vascos ya aprobados con el apoyo de PNV, PSE-EE y Elkarrekin Podemos.
Además, quedan pendientes algunas transferencias comprometidas para completar el Estatuto de Autonomía, que se realizarán en las próximas fechas y que llegarían en plena precampaña electoral.
Reunión con el Gobierno central el 20 de febrero
Dentro de ese marco de transferencias, el Gobierno central prevé encontrarse con el mandatario vasco durante el próximo 20 de febrero en Bilbao. Esa reunión será clave para cerrar todas las fechas y materias sobre las que se realizarán las citadas transferencias.
Urkullu había repetido en varias ocasiones su intención de agotar la legislatura hasta el final, pero el pasado miércoles 5 de febrero cambió de parecer y aseguró que tenía intención de adelantar las elecciones en una horquilla situada entre el cinco de abril y el 25 de septiembre.