Los hechos se sitúan en el martes 6 de julio de 2021, en Roquetas de Mar (Almería). Cuatro llamadas de diferentes testigos alertaban a la vez al 112. Rocío iba caminando junto a su hija cuando un coche atravesó a una alta velocidad el paso de cebra por el que cruzaban. Su hija se llamaba Leire y tenía cinco años cuando un conductor ebrio la atropelló, provocándole la muerte.
Cuando salió del coche, según fuentes policiales, el conductor se encontraba con "ojos rojos", "boca pastosa", con un evidente "tambaleo" y un fuerte "olor a alcohol". El conductor, un legionario identificado como F.M.S, fue detenido, con signos evidentes de embriaguez y con un gin tonic en el coche. A pesar del intento por reanimarla, la pequeña falleció en el lugar del accidente.
Indemnización a cambio de evitar ir a prisión
Desde este momento, la familia ha estado tratando de que se hiciera justicia por todos los medios, con la posibilidad de que el acusado ingrese en prisión durante cinco años. A pesar de esto, cuentan que el legionario trató de contactar con ellos hasta en dos ocasiones a través de su abogado, ofreciéndoles una indemnización de 70.000 euros para que retiren los cargos contra él.
"Nos hizo llegar que ofrecía una indemnización, pagarnos un dinero, aparte del que recibiéramos del seguro. Daba 70.000 euros a cambio de llegar a un acuerdo por escrito para que retiraran los cargos contra él", ha revelado Deborah, la tía de la pequeña. "Mi cuñada estaba embarazada cuando mató a Leire. Estaba allí junto a la niña. Pudo matarla a ella también, y al bebé. Nunca llamó para pedir perdón ni se interesó", señala.
La familia ha rechazado la oferta económica y ahora queda esperar a un juicio que se celebrará el próximo 19 de octubre. El legionario se enfrenta a cinco años de prisión (según ha solicitado la familia), pero el fiscal solicita por su parte una pena de cuatro años.