El líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha propuesto legalizar el consumo y distribución de cannabis a través de una empresa pública. Además, su plan incluye la producción y exportación con el sello de 'Denominación de Origen' a otros países como Canadá.
Según Iglesias, esta iniciativa sería especialmente interesante a la hora de recaudar impuestos y sanear las cuentas públicas. Hoy en Los Replicantes, queremos centrar este punto en varias cuestiones polémicas: ¿Podría ayudar a solucionar el agujero de las pensiones? ¿Qué sucedería con las redes de narcotráfico que operan en nuestro país? ¿Qué riesgos sociales entraña esta medida?
Pensiones
Cuando Mariano Rajoy llegó al Gobierno en 2011 el Fondo de Reseva de la Seguridad Social contaba con 66.815 millones de euros. Pero ya no es presidente y la hucha ahora tan sólo tiene 8.095 millones, según los últimos datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social. Todo se debe a la mala gestión del Ejecutivo del PP que utilizó ese dinero para abonar las pagas extras de los pensionistas en verano e invierno, ya que no había dinero para poder costear estas prestaciones. Ante este problema que repercute a la sociedad y a los futuros pensionistas, algunas personas proponen que se legalice la marihuana.
Os preguntaréis qué tiene que ver la marihuana con el pago de las pensiones y el saneamiento de las cuentas del Estado. Pues bien, partimos de la premisa de que la sociedad española va a tener muchas más personas mayores que jóvenes, por tanto, no habrá suficientes personas que coticen para pagar a nuestros mayores. Al mismo tiempo los sueldos son bajos si los comparamos con el precio de los alquileres, que siguen en aumento. Así que lo tenemos negro y no es por el humo de los porrros.
Si en España el 7'3% de la población, unos 2'2 millones de personas de 15 a 64 años, dice haber fumado cannabis en el último mes y un 2'1% afirma que consume a diario, según la última Encuesta sobre Alcohol y otras Drogas en España (EDADES), legalizar su consumo traería un beneficio considerable para las arcas del Estado. Según la plataforma 'Regulación Responsable' serían unos 1.200 millones de euros de aportaciones si se le aplicase un IVA del 21%, al igual que se aplica al tabaco y al alcohol.
"Acabaría con el narcotráfico"
En nuestro país es delito el consumo de esta droga, aunque existen 1.200 clubes y 1.500 tiendas que venden productos relacionados con esta sustancia. Dichos locales facturan al año 100 milllones de euros. Un ejemplo del beneficio de legalizar la marihuana lo podemos comprobar en Ámsterdam (Países Bajos) en donde el impacto económico es muy positivo: 400 millones de euros al año. Además miles de turistas acuden al país sólo para poder consumir en los famosos coffe shops.
Otro de los motivos por los cuales las asociaciones de cannabis defienden la legalización es porque también se acabaría con gran parte del narcotráfico, que a su vez contribuiría a reducir el gasto del Estado, ya que no se tendrían que realizar operaciones contra los traficantes. Sólo se perseguiría al mercado negro, el cual siempre habrá. Otra consecuencia, aseguran, serían la reducción de la tasa de criminalidad.
Peligros para la salud pública
El debate está servido, aunque la facilidad de acceso a esta sustancia también entraña, sin duda, importantes riesgos. Sobre todo, porque la legalización del cannabis y facilidad de acceso puede reducir la percepción del riesgo.
A pesar de que su potencial adictivo sea menor que el de otras drogas, lo cierto es que el poder de sus efectos no es inocuo. El delta 9 tetrahidrocannabidol, la sustancia esencial de la marihuana, es un psicoactivo muy potente.
Entre otros efectos, es el encargado de excitar los receptores cerebrales CB1 y CB2, lo que produce una serie de efectos neurológicos extensos y peligrosos si la dosis consumida es elevada.
Su distribución se encuentra en diversas zonas del cuerpo, como los ganglios basales, el córtex, la amígdala, el cerebelo, el hipotálamo, la médula espinal y el tronco del cerebro. Por ello, el conjunto de efectos secundarios es extenso.
Entre ellos, se modifica la personalidad del individuo mientras que la sustancia permanece en el organismo, se modifican las emociones, la coordinación, el apetito, el tono muscular, el latido cardiaco, el equlibrio, la forma del lenguaje y hasta la tensión arterial.
Además, nadie puede ser consciente de una posible predisposición a padecer enfermedades como la esquizofrenia. El consumo de marihuana puede ser el detonante de estas enfermedades. Por otro lado, si las dosis son especialmente altas (sobre todo, cuando se ingiere acompañada de alimentos), puede terminar en coma.
¿Se atreverá el Congreso a aprobar esta medida?