Cada vez se van conociendo más detalles del atroz crimen de Valdemoro. La víctima, Emilce, una joven de 18 años, a manos de Leandro Matías B., un frío, tímido e introvertido joven colombiano de 26 años que habitaba en una vivienda ocupada de la localidad madrileña desde 2014.
Si bien no daba problemas a sus vecinos, los cuales no tenían ni buenas ni malas palabras hacia el detenido, personas cercanas a él no podían decir lo mismo después de que se enteraran de que sufría esquizofrenía de forma reiterada, la cual no se trataba. Nunca se llegó a medicar y aunque esta afección en él aparentemente no causó ningún problema antes del trágico suceso, sus allegados afirman que era una persona que vivía por y para el gimnasio, muchas veces ausente, ido y en las nubes. De hecho, muchos de sus conocidos aseguraron a El Mundo que en ocasiones "sufría ataques violentos sin motivo aparente" y le describen como una persona "solitaria y extraña". De hecho, la víctima y él se conocieron entre pesas y máquinas.
Leandro asfixió y descuartizó su cuerpo, para después guisarlo y comérselo. No llegó a hacerlo, aunque los vecinos se quejaron de un fuerte olor que provenía de su barbacoa, según ellos "espantoso, nauseabundo". De hecho, cuando las fuerzas de seguridad llegaron al chalé okupa, encontraron partes del cuerpo calcinadas. Lo hizo después de que la adolescente se riera de su "acento colombiano" y se le fuera la mano en un "juego sexual".
El joven pidió ayuda a Celia, su expareja, para trocear los restos mortales de la víctima. Posteriormente, los esparció por diferentes contenedores de basura de la localidad cercanos al domicilio y tiró el cráneo de la chica a unos matorrales. Su exnovia confesó los hechos a las autoridades pensando que estaba haciendo lo correcto y fue detenida por un delito de encubrimiento temprano, no sin antes enseñar las fotos del cuerpo desmembrado que pudo tomar antes de salir del domicilio. Él fue sorprendido tirando de un carro que contenía más partes del cuerpo de su víctima y no opuso resistencia alguna al ser detenido. De hecho, no quiso ni abrir la boca en el interrogatorio, alegando tan solo que lo hizo tras haber participado en una experiencia sexual que no salió del todo bien tras los impertinentes comentarios sobre su acento latinoamericano.
La chica estudiaba para ser Guardia Civil en el Colegio de la Benemérita de Valdemoro. Su familia actualmente se encuentra destrozada. Hasta ahora, no se ha podido probar que mantuvieran una relación sentimental, sin embargo, las pesquisas contemplan esta hipótesis y se encuentran buscando más pruebas en el teléfono móvil del asesino y en la casa. Cuando la Guardia Civil entró en la vivienda, alertada por la delatora que había enseñado fotos de lo ocurrido, no pudieron borrar de sus ojos la terrible escena que visualizaron. Como si se tratara de una macabra broma o una película de terror.
Misóginia, ocultismo y Hannibal Lecter
Salieron espantados y trataron de procesar todo lo que habían visto, la Policía Judicial y los forenses no daban crédito de lo que habían encontrado. De hecho, la madre tuvo que enfrentarse al reconocimiento y decidió no hacerlo hasta que la prueba de ADN determinara la muerte de su hija. Las armas, pistolas táser, catanas, cuchillos, cráneos humanos, carteles anarquistas e incluso con claras referencias al neonazismo, así como referencias al payaso de la película 'It' y su clara admiración por el personaje ficticio Hannibal Lecter, evidenciaban que se encontraban en el lugar correcto. Todos estos elementos servían para constatar que la mente de Leandro escondía algo muy turbio y oscuro. Además, lo dejaba saber en sus redes sociales, donde colgaba fotos en cementerios y se denominaba a sí mismo "el carnicero tatuador" o el que "ciega, tortura y mata".
Nadie sabe cómo la gente que acudía a su negociono salía despavorida de allí. Tampoco lo hacían los jóvenes que acudían a los encuentros satánicos que organizaba. Sin embargo, este joven tenía montado en su casa su propio estudio de tattoos y se sospechaba que trapicheaba con drogas debido al continuo movimiento de coches que llegaban y se iban del lugar, de manera fugaz. De hecho, tenía antecedentes y desde que estaba en el instituto, sabían en qué estado mental se encontraba. Nunca hicieron nada, tampoco se le vigiló después de que participara en una reyerta de un grupo de neonazis colombianos, en la que apuñaló a una persona.
Parece ser que el único ser real al que admiraba era su pitbull, ya que otra de las anteriores parejas sentimentales del colombiano ha asegurado que "odia a las mujeres" porque "no le gusta cómo le tratan". De hecho, ha revelado ante el diario La Razón que ella y muchas otras también habían sido víctimas de sus comportamientos violentos. No dudó en poner punto y final a la relación, aunque no perdieron el contacto. "No era bueno compartiendo casa con alguien, solía salir mucho para estar solo porques siempre estaba a la defensiva. Creía que todo el mundo estaba en su contra". Ella llegó a ser su confidente y explica que él mismo le contaba sus gustos sadomasoquistas. "Solía salir con muchas mujeres porque estaba obsesionado con encontrar a su chica ideal, él creía que estaba por encima de ellas y se frustraba mucho porque al final, con su actitud, todas terminaban dejándole porque le tenían miedo".
En cuanto a la detenida, que actualmente se encuentra en Alcalá Meco de forma preventiva después de que el juez le impusiera la misma orden que al asesino, se ha podido conocer que le gustaba "el dolor", así como sus aficiones sadomasoquistas. Tanto ella como Leandro formaban parte de un grupo de debate con nombre 'Crueles e inusuales torturas y sadistas extremos'.
El juzgado de Instrucción número 4 de Valdemoro ha decretado la prisión provisional comunicada sin fianza para el descuartizador de Valdemoro, hasta que esclarezcan los hechos y la autopsia revele cómo realmente ocurrió semejante tragedia. Fuentes penitenciarias confirman que a Leandro se encuentra en el módulo de enfermería de la cárcel de Valdemoro, se le ha aplicado el protocolo antisuicidio y además, se le ha asignado un preso de confianza para vigilar todos sus movimientos, aunque por el momento no ha recibido atención psiquiátrica.
El Ayuntamiento de la localidad declaró la jornada del lunes 21 de octubre como día de luto oficial, por lo que varias multitudes de vecinos, más de un centenar de personas, acudieron a una concentración para apoyar a la familia de la víctima. El caso se encuentra bajo secreto de sumario, aunque fuentes judiciales han confirmado a Telemadrid que la juez no descarta la co-autoría de la exnovia que lo delató, ya que las camaras de seguridad de varios establecimientos han podido descubrir que previamente le acompañó a comprar lejía para limpiar la casa y más carne para tapar el crímen.