Perforarse la piel para colocarse un piercing o cualquier tipo de pendiente es una práctica completamente rutinaria que, aparentemente, no conlleva ningún tipo de riesgo. Aparentemente. Y lo decimos porque, en realidad, sí que pueden surgir complicaciones con consecuencias serias, como las que ha vivido Layane Dias.
Esta joven brasileña terminó, con solo 20 años, parapléjica después de hacerse un piercing en la nariz antes de emprender un viaje familiar. Mientras empezaban a ultimar los detalles de aquella aventura, empezó a notar que algo no iba bien, unos dolores de espalda.
Con el objetivo de atenuarlos, decidió tomar unos calmantes, pero siguieron yendo a más, hasta que literalmente dejó de sentir sus piernas. Poco después, el resto de su cuerpo dejó de responder. "No conseguía sentir nada desde mis pechos hacia abajo", ha relatado durante una entrevista con la cadena BBC.
La joven, que antes de aquello tenía una perfecta salud, decidió acudir al médico y allí tuvo que ser operada de urgencia. Los médicos le habían realizado una resonancia magnética que reveló que tenía medio litro de pus entre tres vértebras que presionaban su médula espinal. Su sangre se había infectado durante la perforación, de manera que la bacteria, llamada Staphylococcus aureus, se había ido multiplicando sin control, hasta el punto de infectar su organismo y afectar a su médula ósea.
Tras la intervención, el cirujano le consultó si había tenido algún tipo de herida en la nariz o algo similar, a lo que la joven admitió la perforación: "Tal y como me explicó, la bacteria suele acceder al organismo a través de las fosas nasales. Fue entonces cuando le conté que me había hecho un piercing en la nariz el mes anterior", ha explicado.
En ese momento, el médico fue tajante: "El piercing fue la puerta de entrada de la bacteria a tu cuerpo". La joven no se podía creer lo que estaba escuchando: "Escuchar aquello me dejó perpleja", ha relatado a la cadena BBC.
No pierde la esperanza
La joven acude periódicamente a sesiones de rehabilitación con la esperanza de poder recuperar alguna vez la habilidad de caminar y la sensibilidad en su organismo, aunque los médicos no han prometido que pueda alcanzar este extremo.
Además, se ha convertido en una auténtica influencer, con una intensa actividad en redes sociales. En Instagram acumula casi 66.000 seguidores. Allí muestra su vida diaria y se muestra con silla de ruedas, su vida como está siendo desde que sufrió la intervención derivada de todo lo sucedido.