Sucede a menudo. Te apetece tomar una cervecita fresquita. Vas a la nevera y no, no has metido las latas que compraste el día anterior en el super. Necesitado de una buena dosis de malta (que hay que incluir cereales en la dieta), corres a la despensa y te encuentras tu cerveza ahí. Caliente. La abres, pones un poco de cara de asco y bebes. Sí, sabe a pis de gato. ¿Te ha gustado?
Pues parece que en Dinamarca, al menos, sí. Eso sí, allí tiran más por el pis humano, por la prevalencia de la especie y esas cosas. Eso es lo que promete la nueva cerveza Pisner, una pilsner de toda la vida pero con la que han querido hacer un juego de palabras.
Sin embargo, nada de lo que aquí aparece es una broma. Los creadores de esta bebida tuvieron la gran idea de colocar un urinario portatil en un festival de música llamado Roskilde, uno de los más grandes de Europa. Allí, pedían a los visitantes que no "desperdiciasen su pis", puesto que "los agricultores daneses podían conseguir convertirlo en cerveza de nuevo".
Y lo han conseguido. Una buena manada de jóvenes borrachos tuvieron el detalle de apuntar bien a la hora de mear por el bien de la ciencia. Recogieron una cantidad de orina más que suficiente (50.000 litros en concreto) y se dedicaron a crear cerveza con ella. Ahora hay gente que se la bebe. Y seguro que tienen mejor salud que el resto.
Norrebro Bryghus, la empresa productora afirma, eso sí, que la presencia real de orina en la bebida es completamente nula. Lo único que buscaban era una malta de cebada fertilizada con orina humana. Es oírlo, y a uno se le hace la boca agua.
"Cuando empezaron a circular las noticias de que íbamos a producir la Pisner, mucha gente pensó que estábamos firltrando la orina para ponerla directamente en la cerveza y nos echamos unas buenas risas ante esa idea", ha relatado Henrik Vang, director ejecutivo de esta empresa cervecera.
Vang se ha reafirmado en su idea de crear cerveza a partir de la orina de los jóvenes borrachos, porque "somos una cervecera artesanal de Copenhage y todas nuestras cervezas son orgánicas. Por ello pensamos que sería una gran idea crear una cerveza reciclable".
Por el momento, la producción se ha limitado a 50.000 unidades, una por litro de orina recogido, pero parece ser que será un experimento: los responsables no tienen planes de aumentar la producción esperando, suponemos, a conocer la reacción del público.
Eso sí, a pesar de tratarse de una cerveza creada con deshechos humanos, la Pisner solo se podrá comprar en las mejores y más selectas tiendas de Dinamarca, por lo que entrará en la categoría de gourmet por todo lo alto.
Mientras tanto, los que la han probado aseguran que la bebida no tiene ningún sabor real a orina: "sabe fresca e igual que cualquier cerveza del mercado". El proyecto cuenta con el apoyo del Consejo de Agricultura y Alimentación del país escandinavo, que considera que la Pisner podría ser la "cerveza sostenible definitiva".
Mientras tanto, habrá que esperar para ver si esta cerveza hecha con deshechos (al final, el pis lo es), tiene éxito en las tiendas más selectas de Dinamarca. Por ahora ha generado mucha repercusión. ¿Terminaremos pidiendo una Pisner por todos los bares de España?