Ya conoces a LalaChus, la cómica madrileña que revoluciona las redes sociales con su naturalidad y desparpajo sacando punta especialmente a la cultura millennial.
Laura Yustres, nombre real de la influencer, no se quiso perder Desalia 2023, que este año ha tenidso lugar en el Hotel Meliá Villaitana de Benidorm. Pese a que el tiempo no acompañó, LalaChus vivió el festival de Ron Barceló al máximo pero también sacó un hueco para abrirse y permitirnos conocerla un poco más.
¿Cómo estás viviendo Desalia?
De momento bien, aunque un poco triste con el tiempo. Ya he hecho un 'Dancing in the rain' como Ruth Lorenzo. El año pasado fue en Punta Cana, con un soletón que estábamos todas achicharradas. El momento de los patos fue tan divertido que es triste que haga este tiempo, porque además este sitio mola muchísimo. Pero por las noches acabo cansadísima de bailar, porque además hacía mucho tiempo que no salía, lo he dado todo porque me creo Beyoncé y luego tengo unas agujetas absolutamente innecesarias. Pero no me arrepiento de nada.
El lema de Desalia es vive ahora, ¿qué significa para ti esto?
Es ser consciente del momento. Lo estoy haciendo más ahora, porque con toda la vorágine de curro, de redes, que pasan tantas cosas todo el tempo, no te da tiempo a asimilar todo lo que pasa, ni a quién conoces ni con quién hablas. "Vive ahora" sirve para situarte, así que en cuando llega Desalia sé que se trata de disfrutar lo que estoy viviendo.
¿Cuál sería el lema de LalaChus?
Yo siempre digo que "Cutre se nada, no se hace". Esa soy yo. También me gusta el de "Lo hacemos y ya vemos", de 'La llamada'. Me gusta mucho, así que lo recogí y me lo quedé.
Para tu primer Desalia expresaste que sentías algo de miedo a la hora de mostrar tu cuerpo. ¿Lo has superado o sigues enfrentándote a él?
Te viene a veces, pero son pensamiento que igual que vienen se van. Porque sino qué haces, ¿no disfrutar de la experiencia? Es una pena, porque sé que hay gente que se queda sin ir a la piscina o a la playa... Son complejos e inseguridades. Pero en el momento en el que se nota que tú tienes seguridad en ti mismo o en ti misma, nadie te dice nada. Es cierto que tuve un momento el año pasado de vergüenza. Pero ya me dije que no podía ser que estuviera en Punta Cana pensando esa tontuna tan grande.
He visto que no has venido con el Robot Emilio. ¿Estáis en crisis?
Estamos en crisis (risas). Ultimamente está muy rebelde porque creo que le gusta Alexa. Le tengo en mi casa en la entrada con una bandea de Ferrer Roche.
El Robot Emlio fue responsable de tu primer gran vídeo viral, pero, ¿cuáles son las claves del éxito de LalaChus?
Supongo que la naturalidad. Hablar como si estuvieras hablando con tu colega del barrio tomándote un vermut. También la nostalgia, todo lo millennial. Se recoge a una generación que hemos vivido lo mismo, entonces te sientes reconfortado cuando ves que todos éramos igual de tontacos.
Te encanta una referencia noventera, elevar la cultura millennial. ¿Qué tiene de especial?
Fue empezar a usar Internet, los chat de Terra, el Tuenti, el Messenger, los test de la Súper Pop... Era otra manera de ver la cultura y de vivir. Quizás ahora estamos mucho más con el móvil y no somos conscientes ni de lo que hacemos. Todos vivíamos de una manera muy igual. Te ponías a ver la televisión con tu familia y luego lo comentabas en el patio del colegio. Yo recuerdo todo eso y me reconforta. Menos mal que lo he vivido. Pero no quiero ser la típica señora que dice que ahora no se disfruta, pero siento que no es lo mismo.
Desde que eres influencer, ¿qué es lo que más te ha sorprendido positivamente de ese mundillo?
La gente que conozco y con la que trabajo. La gente es mucho más guay de lo que se ve en redes. He hecho un grupo muy guay con Ger, Tamara, Berry... Somos el clan de la tontuna y me dan años de vida. También hay trabajos muy chulos, puedes conocer a gente de la que era fan cuando eras pequeña, como Natalia de 'OT', que es un sol.
¿Y negativamente?
Quizás un poco lo mismo pero al revés. Conocer a gente que admirabas y pensabas que era de una forma y luego... También que es un trabajo con el que no me puedo organizar bien en mi vida. Hay gente muy metódica, pero yo soy un poco desastre. A veces soy muy caótica y eso me afecta.
¿Cómo has hecho para gestionar la popularidad?
La verdad que lo de los seguidores, subir y demás, siempre me ha dado un poco igual. Es algo muy relativo, porque un día subes un vídeo y tiene exitazo y otro día subes otro y tiene menos. Se nota cuando funciona vídeo que te suben los seguidores. Pero mi vida ha cambiado para bien, claro. Creas comunidad, la gente te contesta... Aunque estás más expuesta y te topas con haters y hay días que lo llidias bien y otros que si tienes un día de mierda, te sienta como un chaparrón. Pero en general a mí me pone muy contenta. Me paran mucho, recuerdo cuando fue al festival Love The Twenties que no podía andar, parándome para hacerme fotos. Hay veces que me planteo si voy a un sitio preguntándome si lo voy a poder disfrutar. Pero bueno, es cierto que la gente es majísima.
Hace poco comentabas que quizás tenía ansiedad social cuando se trataba de acudir a un evento con mucha gente. ¿Cómo lo llevas?
A veces me puede la presión de tener que estar tan arreglados. No es una cuestión de me arreglo y voy al cine. Son mil cosas. A veces pienso que no me compensa, porque me gustaría ir de una forma más normal. Creo que más que ansiedad social es pereza.
También te hemos visto en televisión. De Lydia Lozano en 'Veneno', en 'Brigada Tech', en 'Showriano'... ¿Te gustaría hacer más cosas en tele?
Me pasa una cosa curiosa con la televisión. Me encanta, la tele es donde básicamente he basado toda mi personalidad, pero cuando hay un guion, pierdo mucha naturalidad y eso se me nota mucho. Es diferente en formatos donde se me da una libertad absoluta, como en 'Showriano', que puedo ser súper yo. La tele mola, me encanta, pero la tenemos más idealizada de lo que parece. También me encantaría hacer algo de ficción.
¿Dónde te ves dentro de diez años?
Ya seré una señora y me encantaría lleva un programa tipo el de Juan y Medio con señoras teniendo citas. O en un formato tipo 'El diario de Patricia', con gente de la calle hablando de sus cosas. Pero ni me lo planteo, no sé por dónde saldrán los tiros. Obviamente me encantaría seguir trabajando de esto, tener algo creativo. No me cierro a nada, porque como todo cambia tan rápido... Pero así de primeras, ya me veo presentado 'El diario de Lala'.
