'Kler' ('Clero'), la película de Wojciech Smarzowski, se ha convertido en una de las películas más controvertidas de los últimos tiempos en Polonia. El estreno de este film ha supuesto un auténtico terremoto en el país. Muchos lo consideran como uno de los estrenos más importantes de los últimos 30 años. Una historia que ataca tan directamente a la institución de la Iglesia, que desde algunos sectores del gobierno la han calificado como "propaganda execrable a estilo de los nazis en sus películas sobre los judíos".
En el primer fin de semana de su estreno logró congregar a más de un millón de personas. Y, aunque ahora la cifra ronda los tres millones de espectadores, no ha impedido que se termine convirtiendo en la película polaca más vista de la historia. Este revuelo se entiende porque el país de Europa Orienta ha sido tradicionalmente católico -un 93% lo declara- y, también, porque la institución de la Iglesia juega un papel muy importante en la política. El film llega en un momento -y, quizás reflejo de la sociedad- en el que el porcentaje de asistencia a misa ha descendido más que ningún país en el mundo: hace medio siglo rondaba el 50% y, ahora, se encuentra en un 33%, según los datos publicados por la propia Institución.
Una Iglesia en estado de crisis
Smarzowski cuenta la historia de tres sacerdotes polacos unidos por un pasado lleno de abusos de todo tipo en el orfanato religioso donde convivieron. Ahora, en su etapa adulta, se reúnen una vez al año para celebrar su vida libre. Esa terrible infancia les ha convertido en seres humanos decadentes tanto en lo moral como lo espiritual. Ellos vienen a encarnar los grandes problemas de la Iglesia en Polonia: uno mantiene una relación amorosa con una mujer de la parroquia a la que deja embarazada y la obliga abortar; otro cegado por la ambición de ascender en el Vaticano, chocará con un arzobispo con grandes lazos en lo político; y, el último, es un pedófilo borracho y ladrón.
La vida religiosa de estos tres indeseables, marcados por el pasado, se baña en alcohol y en dinero. En un país donde los ingresos medios de un cura son más que abundantes: 550 euros mensuales, más unos 450 por oficiar misas, unos 200 euros por administrar sacramentos, la paga extra de unos 500 euros por Navidad y, luego, un bonus de 500 euros si da clases en alguna escuela, más 200 euros por gastos de alojamiento y 25 euros por asistir al seminario diocesano. Todo eso sin contar el dinero recibido y nunca declarado de los donativos. Se está hablando de una gran cifra aproximada a los 2.000 euros, sobre todo si la comparamos con el sueldo de un maestro de escuela, que apenas llega a los 750 euros.
La caja de Pandora
La película, en un país donde la puerta del Parlamento está presidida por un crucifijo, (aunque la Constitución declare al Estado 'neutral' en materia religiosa), ha supuesto que su éxito se traduzca en un gran resquemor en varios sectores del Gobierno. Sin embargo, esto hace hincapié en cómo la Iglesia empieza a perder cierto grado de influencia en Polonia. 'Kler' ha ayudado abrir una caja de Pandora que muchos ciudadanos deseaban destapar pero que, por ciertos motivos, no se atrevían hacerlo.
Sin embargo, los últimos escándalos de la Iglesia polaca han espoleado una nueva ola de opinión y, ahí, entraría 'Kler'. La Institución despojada de su halo patriótico-histórico se ha visto comprometida por acusaciones de influir en la política, casos de pederastia, corrupción, antisemitismo y delitos económicos y fiscales. La película refleja a la perfección ese sentir de la sociedad polaca a la vez de basarse en diferentes noticias y casos reales. "Es una invitación a los polacos para iniciar una seria conversación; debería ser una llamada de atención, todos conocemos hechos de una gravedad inimaginable", declaraba Janusz Gajos, uno de los protagonistas del film a la cadena TVN24.
El film también hace una crítica explícita a la prensa por la callada ante los casos de pederastia que la Iglesia ha perpetrado durante décadas. Acusando a los periódicos y revistas de tapar los cientos de escándalos de la institución religiosa.
Una controversia con distintas opiniones
En el debate sobre la controversia que ha generado 'Kler' en Polonia hay opiniones desde ambos lados de la moneda. George Byczynski, un estudiante de Varsovia declaraba a El Español, que la película "muestra una imagen falsa de la Iglesia" y que, aunque "hay escándalos en la Iglesia polaca, igual que en otros países" el film "omite completamente el modo en que la Iglesia defendió las libertades, la democracia y otros valores importantes para los polacos durante cientos de años". Mientras Mikoaj Buczak piensa que 'Kler' "no descubre la verdad sobre la Iglesia católica en Polonia porque la verdad es mucho más complicada. No es un documental, es la versión subjetiva de Smarzowski. Hay que ver la película de forma prudente", señala.
Uno de los trabajadores del equipo del film que tuvo la oportunidad de hablar con los actores y el director explica que "no recuerda ninguna palabra, ni por parte de Smarzowski ni de nadie más en el equipo, que atacase a la religión o a la Iglesia. La intención de este film es sacar a la luz problemas que están muy extendidos entre el cleroy a pesar de que la gente conoce todo esto, los sacerdotes y políticos lo esconden todo bajo la alfombra" y añade que "no se trata de atacar a la fe, sino de poner sobre la mesa estos asuntos sin tapujos" para aclarar que "es un film que invita a pensar, que tal vez provoque un cambio en nuestra mentalidad".
La Iglesia, por su parte y como era de esperar, se ha mantenido ajena a la gran controversia que ha levantado la película. Evitan responder preguntas y hacer declaraciones sobre el contenido de 'Kler'. Sin embargo,lo que no sabe la Institución es que cada vez que alguien ve la película su manta protectora es cada vez más fina y débil.