La discoteca Joy Eslava vuelve a desmentir el cierre de la sala, una información que afirmó el periodista Jesús Mariñas en un artículo publicado en La Razón y que contaba, según relata, con la confirmación del entorno cerrado de su dueño, Jesús Trapote. Los rumores de su cierre, con confirmaciones por el propio Trapote o su entorno han sido constantes durante los últimos años.
La Joy Eslava, discoteca inaugurada a principio a principios de los años 80, se convirtió en poco tiempo en un lugar de referencia a nivel nacional. Un macro-local que reunió a los grupos y personajes más relevantes de la llamada Movida madrileña. Su pista de baile también se convirtió en varias ocasiones en el plató del programa musical 'Aplauso', de Televisión Española. El periodista Javier Mariñas publicó un artículo en La Razón anunciando el cierre con la supuesta confirmación del entorno de Pedro Trapote, dueño del local. Unos rumores que, sorprendentemente, se han repetido con la presunta confirmación de su entorno. Por ejemplo, en 2016. Ahora, la dirección de la discoteca lo niega.
Los rumores sobre su cierre y con la presunta confirmación de su entorno y el propio Pedro Trapote han sido una constante
Pedro Trapote compró el histórico Teatro Eslava en 1979 situado en la calle Arenal (Madrid) y, tan solo dos años más tarde, abriría las puertas de la discoteca Joy Eslava. Desde 1871 hasta la actualidad las paredes del mítico local se han representado obras de autores Lorca o Valle Inclán, conciertos de grupos de diferente índole y la música más comercial. Años y años de innumerables recuerdos, secretos y anécdotas de los miles de personas que han pasado por debajo de sus puertas. Sin embargo, en palabras de Javier Mariñas en La Razón, la Joy Eslava dejará de ser lo que es para convertirse en un multitiendas o centro comercial. Un desastre que niega su dirección
Joy Eslava, uno de los lugares más míticos de la noche madrileña
La lista de discotecas o locales que han dejado su huella en la noche madrileña y que, ahora, se encuentran en el recuerdo de aquellos que derrocharon su juventud es larga: Saratoga, Florida Park o el Circo Price.