Siempre que veo 'La isla de las tentaciones' me gusta pensar que, además de entretener, el programa tiene una función didáctica. Sí, quizá es presuponer mucho del espectador, pero creo que en el reality show de Mediaset hay mucho que aprender sobre cómo no comportarse con una pareja. Miedo me da, al mismo tiempo, el efecto imitación.
La primera edición ya nos enseñó que cuando las parejas llegan al programa ya están regulinchi, por no decir que aquello no hay quien lo salve. Y mucho menos si la manera de salvarlo es meterte en una casa a gastos pagados con fiestas diarias y chulazos a mansalva. Hay quien ha sobrevivido a esta difícil prueba de amor (¿seguro que eso es amor?), pero no se han librado de dejarnos importantes lecciones para que a nosotras, como meras espectadoras, quizá pueda irnos algo mejor en nuestras relaciones. No, llorar como Marta no es una de ellas.
1 "Nos queremos mal"
Si después de 11 años de relación, no te quieres bien, apaga y vámonos. Esta frasela dijo Marta poco después de ver el vídeo de presentación de la pareja en el que la de 'Gran Hermano 16' cortaba a Lester continuamente con discusiones absurdas. En los primeros minutos de programa ya vimos que poco había que hacer con la pareja canaria. Por su bien. Era el claro ejemplo de que a veces es mejor poner tierra de por medio o recurrir a la ayuda profesional para intentar que la pareja funcione. Probablemente, entrar en 'La isla de las tentaciones' no era la mejor idea. ¿Es mejor el remedio quela enfermedad?
2 Más dramas que comedias
Y en el lado contrario que Marta y Lester estaban Inma y Ángel. Una relación de menos de un año "con muchos problemas". Pues, cariño, si en los primeros meses de amor ya ha habido más dramas que comedias, poco hay que hacer. Su aventura en el programa duró menos de lo previsto. A los pocos días de estar en ese paraje envidiable (por el lugar, no por las circustancias), Inma ya se enfrentaba a la hoguera de confrontación dispuesta a abandonar el programa.
La "Penélope Cruz de Montequinto" quería irse de allí a toda costa y, a ser posible, de la mano de Ángel. Y así fue. La influencer que se compró un móvil una vezcogió a su pareja y juntos volvieron a su Montequinto natal donde quizá supieron empezar de cero dejando atrás todos esos problemas sin tentaciones de por medio. Al menos, tentaciones televisadas.
3 "La miento porque la quiero"
Bueno, juraría que lo de querer a alguien no funciona así. Pero si la frase "La miento porque la quiero" viene de boca de Tom Brusse... Pues eso. No vamos a decir que Tom sea un desgraciado, porque ya se encargó Melyssa de decírselo en su arrebato con huída incluída, pero está claro que lo de mentir a alguien porque le quieres es bastante cuestionable.
De Melyssa y Tom hemos aprendido muchas cosas más. Ella nos ha demostrado que de verdad se puede ir al programa ignorando la tentación intentando trabajar la confianza en su pareja y que, de unos cuernos, una puede salir empoderada. De él hemos aprendido que los errores se pagan y que deberíamos afrontarlos. Su actitud en la hoguera de confrontación con Melyssa dejó bastante que desear y ver cómo intentaba culparla a ella de su infidelidad, haciendo que la extronista estallara y le diera ese ya icónico repaso, nos dio esperanza en la humanidad. Como ella misma dijo, "vaya huevos, vaya huevos...".
4 Perdonar... ¿y olvidar?
Lo de Mayka y Pablo es de traca. Se presentaron contándonos que Pablo había intimado con "3 o 4 chicas" cuando su relación aún no era estable. Mayka le había perdondado, pero claramente, no lo había olvidado. Si perdonas a tu pareja, lo haces con todo. Esto no exime a Pablo de su culpa, desde luego, pero no hay que dejar que un fallo del pasado condicione toda la relación. 3 años después, parece que Mayka sí se olvidó de aquellas deslealtades de Pablo o las utilizó para estar en paz consigo misma cayendo en la tentación. En la tentación de Óscar, concretamente, que ya tenía experiencia en eso de romper parejas.
Pablo, por su parte, ha sido todo un ejemplo de cómo tomarse unos cuernos. Oye, más tranquilo que nadie el murciano viendo imágenes y más imágenes (siempre hay más imágenes) de la que hasta ahora era su novia con Óscar. Aunque hubo un momento en el que ella parecía haberse arrepentido, le ha dado la vuelta a la película y no ha dudado en justificar su infidelidad porque "Pablo no le hacía feliz". ¿Por qué ibas a estar 3 años con una persona que no te hace feliz?
5 "Celos; son puñales que se clavan"
Ya lo dice la canción. Los celos se clavan y se van a destrozar. 'La isla de las tentaciones 2' nos presentaba a un grupo de chicas "celosas enfermizas". Y sus razones tenían la mayoría. Eso sí, amigas (y amigos), los celos se trabajan en casa y, si hace falta, en el psicólogo. Aunque nos hayan hecho creer que es normal tener celos, no lo es a todos los niveles. No hay que olvidar que nuestra pareja no deja de ser una persona libre y puede hablar con otras personas sin que pensemos que nos estamos convirtiendo en el padre de Bambi. La confianza es, y ha de ser, una de las bases de cualquier pareja. Y si no funciona, hay que trabajarla (o abandonar la pareja).
EXTRA Justas por pecadores
Cuando conocimos a las tentadoras de 'La isla de las tentaciones 2', lo hicimos con un murmullo constante del resto de chicas (especialmente de Marta) criticando a las solteras. Esto, que ya hizo Fani (sí, ¡¡¡Estefaníaaaa!!!) en su momento, nos habla mucho de la inseguridad con la que muchos van al programa y de nuestra costumbre de hacer que paguen justos por pecadores.
Melyssa repetía este comportammiento en su hoguera de confontación con Tom cuando, en su momento álgido, se refirió a Sandra, la tercera en discordia, como "guarra, asquerosa". No, Sandra no tiene la culpa de que Tom le haya puesto los cuernos a Melyssa. Es él quien tenía que respetar su compromiso (sea cual sea) con su pareja. Sandra, en cambio, no le debía a nadie y, literalmente, ese era su trabajo. Esto, además de ser un erro típico en todas las infidelidades, se ha criticado como una falta de feminismo. De las masculinidades tóxicas del programa ya hablaremos en otro momento...
