Noorul Mahjabeen Hassan, es una joven de 20 años residente en Florida que tiene una relación formal desde hace más de un año con el cartucho del Tetris para la consola NES. Y una vez que finalice sus estudios, quiere ir un paso más allá y convertirse en la "señora Tetris" de manera oficial, celebrándolo con una boda por todo lo alto y con toda su familia y amigos presentes.
Está claro que la adicción a los videojuegos es un problema muy serio que sufre la sociedad de hoy en día. La gente que sufre estos trastornos es capaz de dejar de lado su vida real por centrarse en el mundo de ciencia ficción que le brindan los videojuegos. Pero parece que el amor que siente Noorul, más conocida con el peculiar nombre de Fractal Tetris Huracan, sobrepasa todas las barreras.
La estudiante de Matemáticas de la Universidad de Florida, señaló en una entrevista al medio británico Metro que comenzó una relación con Tetris en septiembre del año anterior y que, desde esa fecha, se dedica 12 horas al día a jugar. Ya sea desde su teléfono móvil, su ordenador o en la copia original que posee de la GameBoy.
Tetris trata sobre la perfección y además estimula la mente. Físicamente me aporta esa sensación que tienes cuando estás en una relación y sabes que es la persona elegida.
El Tetris no ha sido el único objeto por el que se ha sentido atraída
Fractal tiene una relación bastante íntima con el juego: duerme con él y suele tener su casa llena de objetos con formas de las fichas del juego. Cada vez que puede tener algún tipo de interacción física con algún objeto inspirado en el juego, lo hace. De hecho, su casa está llena de cojines, dibujos y hasta discos duros inspirados en los Tetriminos.
Ahora bien, por extraña que parezca esta historia, lo cierto es que detrás existe un problema psicológico. La propia Fractal reconoce que es 'objetofílica', es decir, que siente atracción sexual hacia objetos inanimados. Pero Tetris no es la primera relación que mantiene con un objeto: antes de él la joven también estuvo con una calculadora llamada Pierre de Fermant, en honor al conocido matemático, un iPod, una cinta de correr, un GPS y un osciloscopio.
Sin embargo, la chica dice que las cosas con Tetris parecen ir en serio ya que, a diferencia de Pierre, el Tetris tiene tantas versiones y formatos que es imposible que muera y solo el aburrimiento, el verdadero asesino del amor, podría llegar a separarlos.
Pero el caso de Fractal no es el más sorprendente. Uno de los casos más famosos es el de Erika Eiffel, una deportista estadounidense que se hizo famosa por casarse con la Torre Eiffel. Después de esto, fundó OS Internationale, una comunidad online dedicada a todo el mundo que se siente atraído hacia esta tendencia de sentir algo sentimental por un objeto inanimado. Además, según cuentan los implicados, está atracción no surge de la noche a la mañana, es algo que lleva su tiempo, como en las relaciones entre humanos.
