Kylian Mbappé, el destacado ídolo deportivo de Francia y representante de la diversidad y excelencia del país, ha entrado en el ámbito político con un llamado a votar "contra los extremos y los que dividen". Sin mencionar explícitamente a ningún líder o partido, el futbolista francés ha instado a los jóvenes a movilizarse el 30 de junio y el 7 de julio, afirmando: "Espero que estemos orgullosos de llevar esta camiseta el 7".
Como capitán de la selección francesa, donde compañeros como Ousmané Démbélé y Marcus Thuram ya se habían pronunciado contra el avance de la ultraderecha liderada por Marine Le Pen, Mbappé se unió a esta causa desde la Eurocopa en Alemania. "Estoy en contra de los extremos, los que dividen. Hay jóvenes que se abstienen; quiero transmitirles este mensaje. Su voz sí cambia las cosas. Quiero estar orgulloso de defender a un país que representa mis valores. Esto es más importante que el partido de mañana porque la situación del país es diferente. Creo en los valores de la mezcla, la tolerancia y el respeto", declaró.
Si el partido de Le Pen, el Reagrupamiento Nacional (RN), obtiene la mayoría en la Asamblea Nacional, el presidente Emmanuel Macron tendría que nombrar a un primer ministro de sus filas, lo que sería la primera vez que la extrema derecha gobernaría en Francia desde el final de la II Guerra Mundial. Mbappé se dirigió específicamente a los jóvenes, un segmento de la población con una abstención del 70% en las legislativas de 2022.
Al referirse a los "extremos", podría parecer que Mbappé adoptaba la postura del presidente Macron, quien ha identificado a la extrema derecha y a la extrema izquierda como sus oponentes. La relación entre Mbappé y Macron es conocida; se dice que el presidente jugó un papel clave en la decisión del futbolista de aplazar su traspaso del Paris-Saint-Germain al Real Madrid en el verano de 2022.
Aunque Mbappé no mencionó directamente a ningún partido, se interpreta que su mensaje estaba dirigido al RN. El futbolista dejó claro que apoyaba las palabras de Thuram, quien había criticado abiertamente a este partido.
Julien Odoul, portavoz del RN, criticó a Thuram en la red social X (anteriormente Twitter) por no expresar su tristeza cuando personas como Thomas y Lola fueron asesinadas, casos utilizados por la extrema derecha para atacar la inmigración.
En la cadena BFM-TV, el ministro de Justicia, Éric Dupond-Moretti, agradeció a Mbappé su llamamiento a la participación de los jóvenes y lo aplaudió: "Lo que dice es justo y tiene razón en decirlo".
"Un momento crucial en la historia"
Con una gorra blanca y un día antes de que Francia debutara en la Eurocopa contra Austria, país donde la ultraderecha también ha ganado fuerza en las elecciones europeas, el discurso de Mbappé fue claro: "Creo que estamos en un momento crucial en nuestro país. Somos ciudadanos ante todo y no podemos estar desconectados del mundo real. Es una situación inédita y quiero dirigirme a la gente, especialmente a los jóvenes. Vemos que los extremos se acercan al poder y pido a los jóvenes que voten. Tenemos que identificarnos con los valores de este país".
Aunque la declaración de Mbappé y sus compañeros no cambiará radicalmente la campaña y el resultado electoral, su voz es influyente. Y esta voz resuena en una Francia diversa y multicultural, que podría sentirse preocupada ante la posible llegada al gobierno del RN.
Las estrellas del fútbol tienen un impacto significativo. Durante los disturbios en los suburbios el verano pasado, Mbappé y otros futbolistas de la selección llamaron a la calma en un comunicado, declarando: "La violencia no resuelve nada".
Mbappé, hijo de un camerunés y una argelina, creció en el suburbio parisino de Bondy y reconoció que el debate sobre las elecciones ha llegado al vestuario de la selección francesa: "Hemos hablado entre nosotros sobre el mensaje que se podía dar. También para proteger a los jóvenes. No hay ninguno al que le dé igual la situación, pero es normal que les cueste más porque no es fácil hablar de estos temas frente a los periodistas".
En Francia, es común que los intelectuales intervengan en el debate político con declaraciones y manifiestos, pero es menos habitual que lo hagan los deportistas. Los "bleus", como se conoce a la selección de fútbol, siempre han representado una "cierta idea de Francia", parafraseando al general de Gaulle. Reflejan una Francia diversa, con jugadores de orígenes inmigrantes (como el polaco Kopa, el italiano Platini o el español Fernández), que contrastan con la imagen promovida por la ultraderecha.
Los "bleus" han sido criticados por su diversidad. La selección "black-blanc-beur" (negro-blanco-árabe) que ganó el Mundial de 1998 incomodó a algunos sectores ideológicos. Jean-Marie Le Pen, padre de la actual líder del RN, comentó que "quizás se ha exagerado la proporción de jugadores de color", y el intelectual Alain Finkielkraut lamentó años después que la selección francesa fuese "black-black-black", lo que provocaba burlas en toda Europa.
"Necesitamos identificarnos con nuestros valores de diversidad, tolerancia y respeto, algo innegable para todos los franceses", dijo Mbappé en Alemania. "Sé que hay muchos jóvenes que dicen que un voto no cambia nada, pero al contrario, cada voto cuenta. Realmente espero que tomemos la decisión correcta y sigamos estando orgullosos de llevar esta camiseta".
Cuando le preguntaron si su compañero Marcus Thuram había ido demasiado lejos al pronunciarse contra el partido de Le Pen, Mbappé respaldó a su amigo: "Hablaba de valores, de diversidad, de tolerancia, de respeto. Por supuesto que estoy con él. Para mí, no fue demasiado lejos. Creo que todavía estamos en un país donde hay libertad de expresión y él dio su opinión, y estoy de acuerdo con él".