Casi tres semanas de ausencia. Este es el tiempo en el que el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un ha permanecido completamente fuera del foco, incluso evitando actos clave como la conmemoración del nacimiento de su abuelo y generando todo tipo de especulaciones: que si había muerto por una enfermedad coronaria, que si estaba recluido en un complejo de lujo para evitar el coronavirus... incluso le habían buscado una sucesora, su hermana Kim Yo-jong.
Ahora, el dictador ha reaparecido en una fábrica de fertilizante y se ha dejado fotografiar, sonriente, en un reportaje que ha distribuido convenientemente la agencia estatal de noticias KCNA.
Según la nota enviada por este organismo, Kim Jong-un cortó la cinta de inauguración del complejo y, en ese momento, los trabajadores "estallaron en clamorosos gritos de '¡Hurra!' por el Líder Supremo, que encabeza la marcha general de todo el pueblo para lograr la gran causa de la prosperidad".
El vídeo emitido también por la televisión norcoreana muestra a Kim Jong-un vestido de negro y llegando a la fábrica, saludando al público mientras agitaban banderas norcoreanas y pompones de flores.
Con estas imágenes, el régimen corta con las especulaciones sobre la salud del dictador (que incluso aparece fumando) e incluso sobre su hipotética muerte. Coge ahora más fuerza su reclusión en un resort de lujo, acrecentada por los movimientos registrados en la zona y capturados por la Inteligencia estadounidense.
Su hermana menor, Kim Yo-jon, que había sonado como sucesora al frente del régimen, también ha aparecido en el acto cogida del brazo de Kim Jong-un mientras visitaba el complejo.
No es la primera vez que desaparece
A pesar de las especulaciones por su desaparición, esta no es la primera vez en la que Kim Jong-un desaparece del ojo público. En 2014, por ejemplo, estuvo alejado de los actos oficiales durante seis semanas, antes de reaparecer con un bastón que empleaba para caminar.
El habitual hermetismo del régimen dificulta conocer siempre las causas reales, aunque los servicios secretos surcoreanos apuntaron a que había sido operado del tobillo para extirparle un quiste.
Los medios de Corea del Norte reconocieron entonces que Kim Jong-un sufría una "condición física incómoda". Las especulaciones sobre la salud del dictador se han visto acrecentadas por sus problemas de peso y fuerte adicción al tabaco.