El dictador norcoreano, Kim Jong-un, ha prohibido los pantalones pitillo el corte de pelo mullet y algunos piercings en un intento de acabar con las tendencias de moda "exóticas y decadentes" de Occidente. Al parecer, quieren evitar a toda costa que este tipo de costumbres se instalen en el país.
En el Rodong Sinmunse, el periódico oficial del gobierno de Corea del Norte, se ha publicado un profundo análisis sobre cómo los políticos están preocupados por cómo los jóvenes están adoptando modas propias de países capitalistas. "Debemos luchar para identificar estas señales del estilo de vida capitalista para acabar con ellas porque son comportamientos anti-comunistas", anuncia.
Esto no ha sido lo único. El dictador también ha ordenado que se dejende usar jeans rotos, camisetas con eslógans y los piercings en la nariz y los labios, por ser tendencias de "un estilo de vida capitalista". La decisión se produce después de que Kim Jong-un endureciera las leyes para que los reincidentes en delitos de moda (incluidos aquellos con el pelo teñido y piercings) pudieran ser enviados a campos de trabajo.
En Corea del Norte hay una larga lista de cortes de pelo que han sido prohibidos, a los que ahora se les une el mullet, tan de moda en los años 80 que ahora parece estar de vuelta. La población del país asiático tiene que elegir de una lista oficial el corte de pelo que desea hacerse en una peluquería.
Policía de la moda
"Obviamente, la propagación de la moda china, surcoreana o extranjera es una seria preocupación para el gobierno de Corea del Norte. Primero son los cortes de pelo, luego las elecciones de estilo de vida, luego los valores y luego las preguntas potencialmente fundamentales sobre el poder, el dinero y la forma en que está estructurada la sociedad: esa es la lógica", expresó el líder para justificar aquellas prohibiciones.
Para hacer cumplir los caprichos de Kim Jong-un, el periódico advierte que los miembros de la organización juvenil estatal ya actúan como "policía de la moda" del país y entre sus funciones está la de impedir que la gente lleve ropa que parezca demasiado "extranjera". Estas prohibiciones también afectan incluso a opciones culturales, estando vetada la música surcoreana, especialmente el K-Pop.